Lourdes Mañon, de 13 años, desapareció el pasado 30 de enero en Zumpango, Estado de México. Unos días después, el 4 de febrero, el cadáver de la niña fue hallado con huellas de violencia en un terreno baldío.
El asesinato de una niña de 13 años resalta la crisis de violencia que enfrentan las mujeres en México
Lourdes Mañon desapareció el pasado 30 de enero en Zumpango, Estado de México. Unos días después, su cadáver fue hallado en un terreno baldío. Solo el 3% de los feminicidios denunciados en México reciben algún tipo de sentencia.

El asesinato de la menor se suma a una larga y dolorosa lista de nombres que subrayan la violencia contra mujeres en México. Mañon vivía en el Estado de México, comúnmente llamado Edomex, el más poblado del país, el que más aporta al PIB, que rodea la zona metropolitana de la Ciudad de México y también el más peligroso para ser mujer. En 2021, ocupó el primer sitio entre los 31 estados del país por feminicidios: las autoridades registraron 110, de acuerdo con cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La familia de la menor denunció que las autoridades se habían negado a abrir una carpeta de investigación cuando desapareció la pequeña. Las autoridades comenzaron a investigar hasta el 3 de febrero, un día antes de que el cadáver de la niña fuera hallado.
Grupos feministas han denunciado, además, que la persona arrestada por las autoridades locales es hijo de un policía, y han mostrado escepticismo de que el crimen se resuelva, de acuerdo con un mensaje publicado en Twitter por la Colectiva Libertad Morada de Ixtapaluca.

Mala metodología en los datos, denuncian organizaciones
En México, un país donde matan a 10 mujeres al día según cifras de ONU Mujeres y otras organizaciones civiles, los datos para medir la violencia de género son de mala calidad y difíciles para los investigadores y encargados de políticas públicas tomen pasos para solventar la profunda crisis.
“Contar con estadísticas de calidad nos va a permitir responder las preguntas fundamentales sobre la violencia contra mujeres y niñas”, explicó en una rueda de prensa la semana pasada María Teresa Martínez Trujillo, investigadora del programa de Seguridad y reducción de violencia de México Evalúa.
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Martínez Trujillo presentó los resultados de una investigación realizada en cinco municipios mexicanos con cifras altas de asesinatos en contra de mujeres. La investigadora señaló que el sistema de recolección de datos en México “ni es lineal, ni es el mismo para una víctima o sobreviviente”.
En 2021, más de 3,000 mexicanas fueron asesinadas, según cifras oficiales. La justicia mexicana solo tipificó como feminicidios 1,004 de estos crímenes. El tamaño de la crisis queda expuesto si se tiene en cuenta que casi 46 de cada 100 asesinatos de mujeres cometidos en México se investigan como feminicidios: los otros 54 son catalogados como “homicidios dolosos”, según una investigación difundida en marzo de 2020 por las organizaciones Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y Connectas.
México, además, ostenta un altísimo índice de impunidad. Menos del 6% de todos los delitos que se denuncian en el país latinoamericano son resueltos, según un reporte de 2019 de México Evalúa. En el caso de feminicidios, la cifra es aún menor: solo el 3% recibe alguna sentencia.













