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Así empeoran las sanciones de EEUU las (empobrecidas) finanzas de Maduro

Las medidas contra el presidente de Venezuela y el vicepresidente de Finanzas de la estatal petrolera impiden al gobierno contratar nuevos créditos en divisas y transar bonos de deuda.
13 Ago 2017 – 05:00 PM EDT
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Las sanciones de EEUU están dirigidas a varios miembros del gobierno de Venezuela, incluido el propio Maduro. Crédito: Ronaldo Schemidt /AFP/Getty Images

CARACAS, Venezuela.- Las sanciones de Estados Unidos a funcionarios venezolanos comienzan a tener consecuencias financieras reales para el gobierno de Nicolás Maduro, quien se convirtió en el primer presidente de América Latina en ser incluido por el Departamento del Tesoro en la muy temida lista negra de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros (OFAC).

Hasta ahora la administración de Donald Trump ha establecido sanciones individuales contra militares, magistrados y altos representantes del gobierno venezolano. La lista de sancionados se duplicó tras la insistencia de Maduro de reemplazar la actual Constitución por una escrita a su medida a través de la Asamblea Nacional Constituyente, la cual ha sido calificada de inconstitucional por la oposición y por varios países Latinoamericanos y europeos.

Los sancionados no podrán suscribir contrato alguno con empresas y entes financieros norteamericanos. Mientras que las personas que contraten o presten ayuda financiera o colaboración con quienes estén en las listas de la OFAC, corren el mismo riesgo de ser tratados como narcotraficantes, criminales internacionales o terroristas.


Esto lo saben muy bien las empresas de EEUU, las cuales ya han comenzado a tomar medidas. El banco de inversión Credit Suisse decidió no prestar servicios a personas o entes relacionados al gobierno de Venezuela. De acuerdo a un memorándum enviado a sus trabajadores y publicado luego por la agencia Bloomberg, la entidad también prohibió transar bonos Pdvsa 2022 y Venezuela 2035 o cualquier otro título emitido después de junio de 2017, medida que se extiende a la banca privada.

El director de Caracas Capital, Russell Dallen, especialista en deuda venezolana, explicó que el retiro del apoyo de Credit Suisse a Venezuela es crucial, ya que hasta hace poco había sido un pilar financiero importante para Maduro.

“Lo más significativo de todo esto es que con esta decisión, Credit Suisse está retirando rápidamente su apoyo y evitando que se le asocie con el régimen de Maduro. Este es uno de los bancos más importantes del mundo que hizo un préstamo de miles de millones de dólares a Pdvsa para la refinería de Jose y, fue el único banco de inversión que asistió a la petrolera en el canje de bonos con colateral de activos de Citgo”, dijo Dallen en respuesta a un correo electrónico.

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Otra de las sanciones que complica el panorama crediticio del país es la inclusión del vicepresidente de Finanzas de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Simón Zerpa, en la lista OFAC. De acuerdo a fuentes de la industria petrolera, Zerpa es la única firma autorizada para cancelar los intereses de los títulos de la petrolera, por lo que ahora se ve imposibilitado para llevar a cabo el proceso.

“Desde que llegó a su cargo como vicepresidente de Finanzas en Pdvsa, mandó a sacar las firmas de todos y solo quedó él cómo firma autorizada. Ahora no hallan cómo hacer para pagar los bonos”, dijo la fuente consultada.

Analistas sostienen que mientras se solventan las dificultades para manejar las finanzas externas, Venezuela podría hacer uso de un periodo de gracia para pagar sus próximos bonos de deuda. Al tiempo que posibles restricciones a la compra de petróleo y el bloqueo de las principales cuentas del gobierno y de la petrolera, acentuarán la caída de los ingresos en divisas, restringiendo aún más la capacidad de maniobra para atender los gastos.

Default inevitable si sancionan a Pdvsa

Con un monto de deuda externa inmanejable sobre todo con los actuales precios del petróleo, una serie de sanciones adicionales podría ser la estocada final para el chavismo, al menos en lo económico. Según un panorama descrito por expertos como de crisis, serán días o semanas después de decretadas medidas en contra de Pdvsa, que Venezuela podría entrar en default.

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Esto impactará a los tenedores de bonos privados, a los bancos de inversión y a entes financieros del Estado. Cálculos del economista Alexander Guerrero arrojan que $2,450 millones en bonos de la deuda pública venezolana se encuentra en manos de la banca privada local y otros $4,500 millones en los entes públicos. Así como una gran cantidad de títulos en bancos de inversión internacionales como Goldman Sachs y Nomura, además del fondo buitre Fintech.


“Acá hay de todo, al caer el precio de los bonos por debajo de cierto umbral se activaron los llamados fondos buitres quienes así comenzaron a construir sus conocidos portafolios de deuda potencialmente en default, pero también coinciden con tenedores normales de esos bonos de Pdvsa y de la República con otros asociados al propio gobierno y a lo ancho del mercado político venezolano”, sostiene Guerrero.

Entre 2007 y 2010, el chavismo emitió una gran cantidad de papeles que muchos criticaron por hacerse en momentos de altos ingresos petroleros. Hoy en día las finanzas resienten las consecuencias de ese endeudamiento. El gobierno de Maduro ha ejecutado una serie de estrategias nada ortodoxas para cancelar el servicio de la deuda y en detrimento de una menor asignación a las importaciones de bienes y servicios, que ha generado una severa escasez en el país.

Para el economista Luis Oliveros, las sanciones a Pdvsa generarán una crisis económica sin precedentes. La actual será “nada en comparación de lo que vendrá”, afirmó, ya que llegarán restricciones a exportaciones petroleras para un país que depende en gran medida de este sector para generar 95% de sus divisas.

“Son algo más de $900 millones mensuales en promedio lo que recibe Venezuela de sus ventas a EEUU de acuerdo a las cifras de 2017. Si España, Italia, Suecia y Holanda se suman a estas sanciones, dejarían de comprar a Venezuela alrededor de 183,000 barriles diarios”.

Cuando se revisa el cronograma de pago de la deuda externa, se observa que en la última parte del año hay pagos importantes. “La probabilidad de default será más fuerte en octubre y noviembre cuando se tienen que pagar $3,500 millones. Estamos hablando de que si Venezuela no puede vender una buena parte de los 750 mil barriles a EEUU, estaría perdiendo la mitad de sus ingresos generadores de cash que recibe en corto plazo”.

A juicio de Oliveros, el bloqueo de las cuentas en dólares es factible pero que es una medida más radical que no será aplicada aun. “Creo que veremos una gradualidad en la toma de sanciones”.

Ya existe un precedente significativo: los gobiernos de Suiza y Panamá rechazaron la Constituyente y se sumaron a las sanciones impuestas por EEUU. Ambas naciones son territorio importante para gran cantidad de funcionarios chavistas que mantienen cuentas en sus bancos.

Alejandro Grisanti, director de Ecoanalitica y ex economista jefe para América Latina de Barclays Capital, considera que el gobierno se adelantará a los acontecimientos e incumplirá sus próximos pagos de deuda.

“Una posibilidad es que deje de pagar antes de las sanciones petroleras. El escenario de default lo veo altamente probable. No descarto que Maduro haga uso del periodo de gracia 30 días que conllevan algunas emisiones. Ante la posibilidad de sanciones, el gobierno buscará ahorrar esos dólares. Si no se ejecutan las sanciones, pues cancelará más adelante sus compromisos”, dijo.

Además, resaltó que el veto a las exportaciones petroleras venezolanas representaría una merma considerable de $11,700 millones en ingresos al año. Coincide en que a pesar de que las ventas hacia EEUU representen cerca del 36% de la producción, constituyen 49.1% de los barriles generadores de caja (cash) para 2017.

“Si asumimos una caída a cero en los barriles exportados solo a EEUU, las necesidades en divisas ascenderían a $20,000 millones para 2018. Una cifra claramente imposible de financiar dado el cuadro externo que presenta la economía, haciendo inevitable un evento de crédito negativo sobre la deuda externa”.

Tras un impago de deuda, también miles de demandas en contra del gobierno venezolano se podrían esperar en los tribunales internacionales. “Entre los inversionistas se arriesga el capital invertido, la corrupción en esos títulos y la investigación que con seguridad se configuraría para determinar los dueños de esos bonos y la historia legal desde su emisión. Los fondos buitres están en autos ya, y esos son terriblemente dañinos porque operarían prácticamente de la mano del juez que se encargue de una denuncia similar a la que hicieron tenedores de bonos argentinos, después del gran default”, sostuvo Guerrero.


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