Este menor quería llegar a EEUU: cinco años después lo encontraron en las calles de Tijuana

Su viaje fue de frontera a frontera, desde Chiapas hasta Baja California. El plan de Luis, quien entonces tenía 12 años, era llegar a Estados Unidos para tener un mejor futuro y ayudar a su familia. Algo salió mal y terminó viviendo en las peligrosas calles de Tijuana, a un paso del sueño que jamás logró.

Luis se reencontró con sus hermanas este miércoles, cinco años después de que salió de su casa en el sureste de México. Ahora tiene 17 años y las secuelas de haber estado tanto tiempo sin un hogar. Se vieron en un albergue para menores de Tijuana. Se abrazaron y lloraron al verse nuevamente, según quedó registrado en un emotivo video que fue difundido por la Policía de esa ciudad fronteriza.

Esto no se habría logrado sin la ayuda de un buen samaritano. Todo comenzó hace unos días, cuando una persona que vio a Luis en una situación precaria en la zona centro de Tijuana le tomó algunas fotos y las envió a páginas en las redes sociales que se dedican a buscar personas extraviadas en Chiapas.

Sus seres queridos no perdían la esperanza de encontrar al menor y lo habían reportado como desaparecido en ese estado. “De acuerdo a la versión de su familia, el menor salió de casa hace cinco años y llegó a esta ciudad fronteriza en compañía de otros jóvenes en busca del ‘sueño americano’, sin embargo, al paso de los meses le perdieron el rastro”, describe un comunicado de la Policía.

Luis, gracias a la ayuda de la misma persona que difundió su información, fue puesto en un albergue para menores. Las autoridades de Baja California se comunicaron con las Chiapas y lograron localizar a los padres del menor. Las hermanas de Luis llegaron a Tijuana la mañana del miércoles. Su familiar extraviado había estado todo ese tiempo en su país, pero a 2,200 millas de distancia.

“En los próximos días la familia estará retornando a su lugar de origen, donde Luis se reunirá con sus padres luego de varios años de espera y de búsqueda”, indica el comunicado.

En marzo, otra persona grabó a un indigente lastimado que estaba junto a una sucursal bancaria en la Zona Río de Tijuana. Publicó el video en Facebook. Fue el primer eslabón de una cadena de buenas intenciones que logró reunir a Jaime Barrientos con sus familiares, quienes viven en Coahuila. Lo deportaron una década atrás y le habían perdido el rastro. Hundido por el consumo excesivo de drogas y una enfermedad, él no podía volver a su tierra.