Un alcalde de California quiere obligar a los propietarios de armas de fuego a comprar un seguro de daños

SAN JOSÉ, California. - A dos semanas del ataque masivo que dejó tres víctimas mortales en un festival de Gilroy, entre ellos dos niños residentes de San José, el alcalde Sam Liccardo anunció una nueva propuesta que obligaría a todos los propietarios de armas de fuego en la ciudad a contar con un seguro de daños que ayude a cubrir los gastos públicos derivados de la violencia provocada por los tiroteos.

Los dueños de armas que no puedan comprar este seguro podrían pagar una cuota aún no definida para compensar el uso de recursos aportados por los contribuyentes. “Aunque esto está lejos de ser una solución completa, es algo que podemos hacer para reducir el daño que generan las armas de fuego sin tener que esperar a que el Congreso tome acciones concretas”, indicó Liccardo este lunes a través de un comunicado.

Bajo la propuesta del alcalde, que es la primera de su tipo en Estados Unidos, dicho seguro cubriría las detonaciones accidentales de pistolas y rifles, así como los “actos intencionales” de terceros que roben, pidan prestada o de alguna otra forma tengan en su poder un arma que no les pertenece. La iniciativa también contempla un nuevo impuesto a la venta de municiones y la creación de un programa de recompensas en efectivo para cualquier persona que reporte a alguien en posesión de un arma de fuego de manera ilegal.

“La Segunda Enmienda protege el derecho de tener y portar armas. Sin embargo, la Constitución no requiere que los contribuyentes subsidien esta decisión individual. Los costos del despliegue policíaco y de los servicios de emergencia utilizados para hacer frente a la violencia provocada por tiroteos, deberían ser pagados por los propietarios de esas armas, y no por todos los contribuyentes”, señaló el alcalde.

Liccardo comparó su iniciativa a las estrategias empleadas para reducir las muertes en accidentes de tráfico y para disminuir los índices de consumidores de tabaco, explicando que la industria aseguradora promueve y recompensa la seguridad al volante, mientras que los impuestos al tabaco implementados para disuadir su consumo son a su vez utilizados para compensar los gastos públicos relacionados con las enfermedades vinculadas al tabaquismo.

Los ingresos derivados del gravamen a la compra de municiones se destinarían a financiar clases sobre seguridad en el uso de armas, programas para prevenir la violencia de armas de fuego, así como servicios adicionales para asistir a los sobrevivientes y las familias de las víctimas mortales de los tiroteos, explica el comunicado. De igual forma, se exploraría la posibilidad de que los padres de familia les permitan a las agencias del orden realizar cateos a adolescentes cuando se sospeche que posean armas.

“Con esta medida no acabaremos con la violencia de las armas de forma inmediata, pero vamos a dejar de pagar por ella”, agregó Liccardo, quien espera que los alcaldes de más ciudades en California y el resto de Estados Unidos sigan sus pasos para aprobar enmiendas similares.

Terrorismo interno

El ataque masivo que dejó 3 muertos y 16 heridos en un festival de comida en el norte de California continúa siendo investigado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) como un caso de terrorismo interno.

La semana pasada el FBI informó que Santino William Legan estaba explorando "ideologías violentas" que pudieron motivar el ataque en el que murieron dos niños y un adulto el pasado 28 de julio. Sin definir un móvil en concreto sobre el ataque, los agentes dijeron que el pistolero, quien murió de un disparo autoinfligido durante la confrontación con la Policía, tenía “una lista de objetivos” que incluían organizaciones religiosas, edificios federales, tribunales de justicia y organizaciones políticas, además del Festival del Ajo en Gilroy.

“Nuestra recopilación y revisión de archivos digitales en el caso continúa y estamos teniendo acceso a distintos dispositivos. Aún no tenemos una conclusión definitiva sobre las motivaciones del atacante, sin embargo, hemos encontrado evidencia de que el pistolero estaba explorando ideologías violentas”, indicó el agente especial a cargo del FBI, John Bennett.

Estas ideologías, continuó, eran fragmentadas, pues al parecer Legan “tenía intereses en varias ideologías violentas que eran opuestas”, por lo que los investigadores federales aún intentan determinar si el atacante había elegido alguna en particular, además de seguir buscando a personas con las que pudo haber tenido contacto. “Con quién había hablado sobre estas ideologías, si alguien sabía de sus intenciones con anticipación o si lo ayudar a planear este acto violento”, dijo.

El hallazgo de la lista de objetivos -que el FBI realizó en conjunto con la Policía de Gilroy- fue uno de los factores principales que le permitió a las autoridades federales abrir la investigación sobre terrorismo doméstico. Sin embargo, la Oficina Federal de Investigaciones decidió no revelar los nombres de estas organizaciones que, señaló, “se encuentra a lo largo y ancho del país”.