ALAMEDA, California. – A tres semanas de la muerte de Mario González en custodia de la Policía, el Concejo municipal de Alameda aprobó implementar reformas de gran alcance en materia de seguridad que tienen entre sus principales objetivos evitar que oficiales armados respondan a las llamadas de emergencia al 911 que involucren casos de crisis de salud mental.
Tras la muerte de Mario González, Alameda modifica cómo su Policía responderá a llamadas al 911
Los cambios aprobados por el Concejo de Alameda incluyen tener a profesionales no armados para responder a las llamadas de emergencia que involucren crisis de salud mental en lugar de policías, revisar las políticas sobre uso de fuerza y crear un panel de vigilancia policíaca conformado por civiles.
Por:Univision
Video Policías de Alameda dejarán de responder a llamadas al 911 que involucren crisis de salud mental
En una apresurada reunión el pasado sábado, los concejales votaron 3-2 para que la ciudad comience a diseñar y presupuestar un programa piloto que entre en vigor para finales de junio.
La propuesta llevaba estancada un año en el Concejo municipal, pero su aprobación se aceleró en medio de la presión contra la ciudad y la Policía tras la muerte de González ocurrida hace tres semanas cuando tres oficiales presionaron su cuerpo contra el suelo durante cinco minutos.
“Hemos estado trabajando en esto por más de un año. Esperamos poder recibir esta información y estas actualizaciones antes de que termine el año fiscal”, dijo en la reunión virtual la vicealcaldesa Malia Vella, según reporta la cadena KTVU.
El eje principal de la reforma es tener a personal entrenado para lidiar con crisis de salud mental que responda a ciertas llamadas que se realizan al 911, quitándole esa responsabilidad a los policías armados. Pero por lo pronto, solo decidieron en canalizar algunas a los paramédicos y el cuerpo de bomberos.
De manera adicional, el Concejo municipal espera comenzar en las próximas dos semanas una revisión de las políticas sobre el uso de fuerza y cámaras corporales en los uniformes de los oficiales de la Policía local, además de iniciar la creación de un comité de vigilancia policíaca conformado por civiles.
Decenas de personas participaron con comentarios públicos en la reunión vía Zoom del sábado, la cual se prolongó por espacio de cuatro horas. Quienes pudieron exponer sus puntos de vista, coincidieron en la necesidad de reformar a las agencias del orden y en que los oficiales involucrados en la muerte de González rindan cuentas ante la ley.
El concejal Tony Daysog, señaló en la videoconferencia que la ciudad había discutido el tema el pasado 16 de marzo, pero no hubo cambios los suficientemente rápidos para prevenir la tragedia de Mario, ocurrida tres días después.
¿Quién debe responder a las crisis de salud mental?
La muerte de Mario González revivió a nivel local el llamado a reformar a las Policías y pudo de nuevo el dedo en la llaga sobre la urgente necesidad de que sean los profesionales capacitados en salud mental y no los policías los que atiendan reportes sobre personas a crisis.
“Nuestro propósito es interrumpir y eliminar la necesidad de llamar a la Policía durante crisis de salud mental. Buscamos una transformación completamente estructural. Necesitamos seguir presionando a la alcaldesa para tener estos modelos de respuesta que sean realmente encabezados por la comunidad, autónomos e independientes a la Policía”, dijo a medios locales Rebeca Ruiz, quien forma parte del programa Mental Health First en Oakland.
Los llamados de los activistas para recortar los presupuestos de los departamentos de Policía buscan responder precisamente a este problema: quitarles peso a los oficiales e invertir ese dinero en entrenar a profesionales civiles que respondan a situaciones de crisis mentales o no violentas con el potencial que salirse de control con la presencia de un agente armado.
La familia de González también apoya los cambios, aunque para ellos llegaron demasiado tarde.
“La ciudad tomó algunos pasos pequeños este fin de semana, pero desafortunadamente para Mario, es demasiado tarde. Lo que la familia busca en el curso de esta investigación, bajo nuestra asesoría, es que haya un reacondicionamiento general y una reforma en las políticas y procedimientos de la Policía de Alameda”, señaló Julia Sherwin, abogada de la familia de Mario.
Para Eugene O’Donnell, un exoficial de Nueva York y profesor de estudios policíacos en el Colegio de Justicia Criminal John Jay, le dijo a la Prensa Asociada que en casos como las muertes de Mario González y George Floyd “lo que está en juego (para la Policía) es mínimo”.
Simplemente, señaló, se trata de reevaluar si deben ser “consejeros” en lugar de uniformados los encargados de lidiar con personas intoxicadas o sufriendo una crisis de salud mental. O’Donnell considera que lo ocurrido en Alameda fue un caso en el que Policía “tiene que responder a problemas que no deberían ser sus problemas”.
La organización Anti-Police Terror Project de Oakland, gestora del programa Mental Health First, ha hecho de esta causa una de sus principales banderas de lucha, y advierten que la tragedia de Mario González se pudo haber prevenido “si un programa de respuesta a crisis encabezado por civiles estuviera en funcionamiento”.
Ruiz asegura que Mental Health First Oakland también responde a llamados en la ciudad de Alameda y se trata de un recurso muy valioso cuando una persona tiene miedo de llamar a la Policía. El número telefónico es (510) 999-9641.
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