Huracán María
A casi 3 años del huracán María, miles de personas siguen viviendo bajo toldos azules en Puerto Rico
Desde hace casi un año y medio se liberaron fondos federales como parte del plan 'R3', la primera gran iniciativa para reparar y reconstruir las casas dañadas o destruidas; pero hasta el momento, no se ha completado ni un solo trabajo de reconstrucción o reparación.

Casi tres años después de que el huracán María arrasó Puerto Rico, decenas de miles de hogares siguen presentando daños graves, muchos residentes enfrentan la temporada de huracanes bajo tejados de lona azul y el primer gran programa de la isla para reparar y reconstruir casas no ha completado ni siquiera una, según informó la agencia AP.
Carlos Giusti/AP
María azotó más de 786,000 viviendas el 20 de septiembre de 2017, causando daños menores en algunas y arrancando otras de sus cimientos. Un programa con fondos federales administrado por las autoridades locales realizó reparaciones relativamente pequeñas en unas 108,000 viviendas el año siguiente, e iglesias y ONGs arreglaron miles más con fondos privados.
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El plan del gobierno puertorriqueño conocido como 'R3' (que significa reparar, reconstruir o reubicar) es la primera gran iniciativa del territorio estadounidense para realizar grandes reparaciones y reconstruir casas dañadas o destruidas. Cerca de 27,000 propietarios se han inscrito pero, casi un año y medio después de la liberación de fondos federales a funcionarios locales, no se ha completado ni un solo trabajo de reparación o reconstrucción.
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Según las autoridades boricuas, las obras están casi listas en las 45 primeras casas que se benefician del plan, pero no hay nada completado.
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Para muchos puertorriqueños, el lento avance del programa se ha convertido en un símbolo de la incapacidad del gobierno para abordar los efectos del desastre a largo plazo.
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“Hablan de muchos miles de millones de pesos, pero eso no se ve”, dijo Sergio Torres, alcalde de Corozal, una localidad en las montañas del norte. En su municipaldad hay todavía 60 casas con tejados de lona azul y dos familias siguen viviendo en refugios en escuelas. “Eso es la orden de vida”.
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Entre los que siguen esperando está Marián Colón, de 38 años y madre soltera de dos hijos. El huracán arrancó el tejado de su casa y causó un deslave próximo que puso en peligro la construcción, y nada se ha arreglado o reparado en casi tres años. En todo este tiempo ha ido de casa en casa, gracias a la generosidad de sus familiares, pero está ansiosa por establecerse.
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Colón agregó que sabe de varias personas que se apuntaron en el programa y se rindieron tras numerosos intentos fallidos. Algunos no tenían acceso a internet ni un auto, lo que convierte la misión en casi imposible, añadió. “Ha sido un proceso muy desgastante y ha sido bien atropellador”, expresó.
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