LOS ÁNGELES, California.– El hispano que asesinó a tiros a dos policías en Sacramento hace cuatro años fue sentenciado esta semana a la pena de muerte, cerrando un proceso doloroso para los familiares de las víctimas por las burlas, ofensas e incluso amenazas de muerte que realizó el acusado durante todo el juicio.
"Necesitamos colgarlo", pide policía en la sentencia a muerte de indocumentado por el asesinato de dos agentes
En 2014 Luis Bracamontes disparó y mató al agente Danny Oliver afuera de un motel en Sacramento y tras una persecución que duró varias horas hirió mortalmente al detective Michael David. En todas sus apariciones en corte durante el juicio no dejó de reír y amenazar con seguir matando policías.

Luis Bracamontes, un indocumentado con aparentes problemas mentales, no dejó de reír y balancearse en su silla durante la audiencia donde fue condenado este miércoles y fue sacado de la corte gritando groserías, una reacción a las palabras de un agente policial que lo llamó un monstruo y un cobarde.
"Él me disparó cinco veces, él cambió mi vida", dijo Anthony Holmes, uno de los agentes que respondieron al tiroteo en el que perdieron la vida dos policías, reportó el diario Sacramento Bee.
"Yo solo quiero decir que necesitamos colgarlo", continuó el uniformado afroamericano, antes de decirle "jódete" y levantarle el dedo del medio, porque el acusado se burló y le lanzó un insulto racial.
El 24 de octubre de 2014, Bracamontes, de 51 años, le disparó al agente Danny Oliver del Sheriff del condado de Sacramento afuera de un motel, desencadenando una persecución a lo largo de unas 30 millas que duró varias horas. El inmigrante se rindió después de un largo enfrentamiento a tiros, en el cual hirió mortalmente al detective Michael David, del Sheriff del condado Placer.
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Este caso ha sido utilizado por el presidente Trump para atizar el debate migratorio. Bracamontes ingresó ilegalmente a Estados Unidos en varias ocasiones, aunque varios estudios concluyen que los inmigrantes no cometen más crímenes que los nacidos en este país.
La defensa aseguró que este hombre está mentalmente enfermo y sus arrebatos en la corte (él mismo pidió que lo condenaran a la pena capital y amenazó con matar a su defensor público, al jurado y a más policías) confirman que no debió enfrentar ese proceso judicial. También argumentó que él estaba paranoico por el consumo excesivo de metanfetamina en el momento en que asesinó a los dos policías.
Este miércoles, Bracamontes se presentó en el tribunal vistiendo un uniforme a rayas. Un policía estuvo detrás de él todo el tiempo. Ocho familiares y amigos de los agentes fallecidos hablaron en la corte antes de que un juez ratificara la sugerencia a pena capital que hizo un jurado el 27 de marzo.
La esposa de Bracamontes, Janelle Monroy, de 41 años y quien estuvo con él durante los hechos, fue sentenciada a casi 25 años de prisión por el asesinato del agente Davis y de otros nueve cargos. Un jurado determinó que ella le ayudó durante el ataque.
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