LOS ÁNGELES, California.- Cuando en 1993 mandó construir un narcotúnel en la frontera de Tijuana-San Diego para meter toneladas de cocaína a Estados Unidos, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera impuso lo que sería su huella en el bajo mundo de las drogas al establecer la ruta subterránea del narcotráfico.
Los narcotúneles de 'El Chapo': una ruta a EEUU que terminó en extradición
La extradición a EEUU de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán tuvo un largo camino que inició hace más de 20 años con el descubrimiento de un narcotúnel en la frontera de Tijuana-San Diego.

Pero ese pasadizo de 427 metros de longitud sería también la huella que la Agencia para el Control de las Drogas (DEA) siguió al inicio de una persecución criminal que se prolongó por 24 años, hasta que este jueves por fin pudieron tenerlo bajo custodia al concretarse la extradición de quien en esas dos décadas se convirtió en el narcotraficante más poderoso del mundo.
Ese pasaje subterráneo en California es considerado el primero construido para el tráfico de drogas en la frontera con Estados Unidos, ya que los encontrados anteriormente en Arizona eran obras pluviales que fueron aprovechadas por narcotraficantes y 'coyotes'.
Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fortaleció su imagen como criminal ingenioso gracias a la operación de ese y otros narcotúneles que fueron considerados como avanzadas obras de ingeniería, con ventilación, electricidad, elevador y rieles para el traslado de los cargamentos de droga.
El descubrimiento de ese sofisticado narcotúnel que salía en una bodega de Otay Mesa derivó en la primera acusación criminal que el gobierno federal le presentó a Guzmán Loera cuando en 1994 se le fincaron cargos por narcotráfico en una corte federal de San Diego.
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Ese expediente judicial señala que ‘El Chapo’ Guzmán operaba ese narcotúnel en colaboración con socios en el sur de California identificados como Miguel Ángel Martínez Martínez, alias 'El Tololoche', y Enrique Ávalos Barriga, conocido como 'Don Chepe', 'El Flaco' o 'El Doctor'.
Desde finales de la década de los 80, estos dos lugartenientes de ‘El Chapo’ controlaban el cruce y la transportación de cocaína de Tijuana a Los Ángeles.
Es precisamente Enrique Ávalos Barriga ‘Don Chepe’ a quien se le adjudica la construcción del primer subterráneo entre Tijuana y San Diego, lo que llevó a que se ganara el mote de ‘El Rey de los Narcotúneles’.
Los socios de ‘El Chapo’ en California se encargaban también del trasiego de droga en un tren transfronterizo, donde en una ocasión les descubrieron más de 7 toneladas de cocaína oculta en latas que estaban etiquetadas con la marca de chiles La Comadre.
La misma acusación criminal llevó a la condena de otros socios de Guzmán Loera, como los hermanos José y Jesús Reynoso González, originarios de Jalisco y propietarios de supermercados en Los Ángeles y otros negocios identificados como Reynoso Bros., Tía Anita, Frutería Tropicana, Grocery Depot y Cotija Cheese.
A través de esas empresas, señala el expediente, los Reynoso González colaboraron con ‘El Chapo’ para traficar droga oculta en los productos que importaban de México a California, como el cargamento de 297 kilos de cocaína que les detectaron a pesar de que disfrazaron de jabón Ariel.
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Para entonces ‘El Chapo’ Guzmán, que desde finales de los 80 operaba en la frontera junto con su compadre Héctor ‘El Güero Palma, había establecido una rivalidad con los hermanos Arellano Félix del cártel de Tijuana.
Guzmán Loera pretendía arrebatarles a los Arellano Félix el mercado de la droga en California, donde el capo se estableció por un tiempo, su esposa tuvo a sus hijas gemelas y él hasta obtuvo una licencia de manejo con el falso nombre de Max Aragón, según un documento que reveló la DEA.

El asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo el 24 de mayo de 1993 en el Aeropuerto de Guadalajara durante un tiroteo entre las bandas de los Arellano y de ‘El Chapo’, desató una cacería por parte del gobierno mexicano que logró su captura 16 días después en Guatemala.
Tras permanecer 7 años y medio encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Puente Grande, Guzmán Loera escapó el 19 de enero de 2001 y fortaleció su organización criminal durante los próximos 13 años que estuvo prófugo.
En febrero de 2014 fue detenido en Mazatlán, Sinaloa, pero días antes había logrado evadir a las autoridades utilizando la red de túneles del drenaje para su escapatoria.
Sin embargo la estadía de ‘El Chapo’ sería corta en la prisión de El Altiplano, considerada la de máxima seguridad en México, antes conocida como la cárcel de Almoloya, ya que en julio de 2015 escapó por otro sofisticado túnel que daba hasta su celda.
En enero de 2016, cuando fue recapturado en Los Mochis, ‘El Chapo’ intentó huir de los agentes que lo detuvieron utilizando también los pasajes subterráneos del drenaje.
Un año después Guzmán Loera fue extraditado a Estados Unidos y trasladado a una prisión de Nueva York, donde enfrentará las múltiples acusaciones criminales que ha acumulado, entre ellas, la de aquel narcotúnel de 1993 en la frontera de Tijuana-San Diego.











