DALLAS, Texas. - Las plantas empacadoras y los asilos son actualmente los lugares donde se reportan más contagios masivos de coronavirus en el país.
Reabren plantas de procesamiento de carnes, en medio de quejas por contagios y muertes de empleados
La organización LULAC, junto a varios congresistas, piden estándares más seguros para trabajadores y acceso a ayuda médica y exámenes sin costo. (Imagen de Archivo).

De acuerdo con reportes de los centros para la prevención y el Control de las Enfermedades, más de 4,900 trabajadores de plantas de procesamiento de carne y aves han sido diagnosticados con covid-19 en la nación y 20 empleados de estos lugares han muerto.
Según CDC, la enfermedad se reportó entre 130,000 trabajadores en 115 plantas en 19 estados de la nación y el número podría ser mayor debido a que varios estados no actualizan o proveen información.
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Esta emergencia sanitaria llevó al cierre de emergencia de decenas de plantas en todo el país, lo que derivó en la advertencia de algunas compañías líderes sobre el posible desabastecimiento de productos de la cadena alimenticia.
La semana pasada, el presidente Donald Trump —bajo el Acta de defensa de la producción—, ordenó que permanezcan abiertas, operando, reabasteciendo de proteína a los americanos; Incluso abordó la posibilidad de protegerlas de las demandas legales de empleados que contrajeron el covid-19 mientras laboraban.
LULAC y Univision abordaron hoy en un foro virtual el tema de la seguridad laboral para los trabajadores de las plantas procesadoras que hoy luchan por sobrevivir a la pandemia y el impacto que ha ocasionado en su vida y en su familia.
El exvicepresidente Joe Biden, junto a los congresistas Bernie Thompson, de MIssissippi, Zoe Lofgren, de California, y Joaquin Castro y Filemón Vela, de Texas, escucharon el testimonio de cuatro familiares, hijos, nietos de trabajadores que hoy luchan por sobrevivir a la enfermedad.
Domingo García, Presidente Nacional de LUCAC, reconoció que la inseguridad y las precarias condiciones en los lugares de trabajo ponen diariamente en riesgo a los trabajadores de plantas de procesamiento de carne, en su mayoría indocumentados.
Apuntó la necesidad de ofrecerles las condiciones adecuadas para evitar riesgo de contagio: guantes, cubrebocas y pago de sueldo por enfermedad para que no tengan miedo a enfermarse y puedan continuar abasteciendo la canasta básica.
Biden, exvicepresidente y virtual candidato demócrata a la presidencia, reconoció la importante labor de estos trabajadores esenciales que laboran largas jornadas en los lugares que hoy son considerados más peligrosos de contagio por el coronavirus, sin el equipo de protección adecuado y con un sueldo bajo.
Dijo conocer el miedo que sienten de solicitar ayuda médica debido a su estatus migratorio y clamó para ellos un trato de respeto: digno y justo. Exigió mejores condiciones para estos trabajadores esenciales, disponibilidad de exámenes con rápidos resultados, protegerlos con ayuda y asistencia, libres de costo, para que así ellos puedan estar al frente y garantizar la continuidad cadena alimenticia.
Biden propuso combatir al covid-19 y un futuro cambio en el sistema: indicó que este momento es una buena oportunidad para transformar al país, para que sea más equitativo y justo para todos. Finalmente puntualizó: “Ustedes son el alma de este país y no sobreviviríamos sin ustedes”
Fueron cuatro los invitados especiales: Alejandro, Nancy, Verónica y Edgar; familiares de enfermos con covid-19, que hoy yacen en su casa o en un hospital, los más graves en cuidados intensivos conectados a un respirador artificial.
Uno a uno relató cómo era el inicio laboral en horas de la madrugada, las largas jornadas exhaustivas, y el temor que sienten a hablar y denunciar la indiferencia de sus empleadores. Coincidieron que la proximidad laboral y la reducción de espacio para operar llevó a sus seres queridos a contagiarse y a su vez a que infectaran a sus familiares en casa.
Unos ya fueron dados de alta de hospitales y luchan en casa, otros siguen batallando conectados a aparatos en hospitales.
Afirman que esta pandemia les ha generado un trauma, pero dicen también estar satisfechos de que se den a conocer las condiciones en las que trabajan.
Tienen miedo acerca de las secuelas físicas y económicas de la enfermedad, porque los trabajadores indocumentados no tienen cobertura médica además del temor a ser olvidados con problemas de salud, por lo que claman por comprensión y ayuda.
Filemón Vega, Congresista por Texas, criticó la orden ejecutiva del presidente Trump de reabrir estas plantas procesadoras de carne y criticó la postura del Gobierno Federal de proteger al empleador por encima del empleado ante posibles denuncias de empleados enfermos. Hizo un llamado a la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA) para que haga su trabajo ya que dijo, no es posible que trabajadores expongan su salud y su vida por carecer de protección.
Joaquín Castro abogó por la imposición de penalidades a las compañías donde hubo trabajadores contagiados. Exige la imposición de estándares de seguridad y ordenanzas para garantizar la seguridad a los trabajadores. Reconoció que esta pandemia reveló la inequidad e injusticia de esta industria, y con efectos que va a dejar no solo en forma temporal, sino en algunos casos permanente.
LULAC sugirió que se investiguen los estándares y prácticas y que la administración federal también realice su propia indagatoria. Una vez más reforzó su llamado para pedir por un estatus de protección para todos los inmigrantes que laboran en las industrias esenciales y la apertura de un camino para la obtención de la ciudadanía.








