La autoestima es un valor o atributo vital para el desarrollo de los chicos. La falta de autoestima puede hacer estragos en niños y en adultos, y hacer que tomen decisiones equivocadas y tengan una vida social, de pareja y laboral complicada simplemente porque no saben valorarse.
Cómo reconocer si tu hijo tiene problemas de autoestima
Señales para estar atentos y ayudarlos a confiar en sí mismos


Si hay algo que muchos padres quieren para sus hijos, más allá de una buena educación y salud, es que aprendan a valorarse y a quererse a sí mismos para que lleguen a convertirse en jóvenes y adultos felices, satisfechos, convencidos de los obstáculos están para ser superados y que ellos tienen la confianza en sí mismos para hacerlo.
La Academia Americana de Pediatras (AAP por sus siglas en inglés) enumera ciertas señales que pueden ayudar a los papás y a educadores a conocer si los chicos están atravesando por problemas de autoestima.
1.Negativa a probar cosas nuevas: ocurre cuando los chicos no quieren probar hacer una tarea, ni siquiera intentarlo. Esto puede sugerir que el niño tiene miedo al fracaso o se siente impotente.
2. Abandona rápidamente: se da por vencido poco después de comenzar un juego o una tarea y abandona ante la primera frustración.
3. Retroceso: el niño muestra señales de regresión y actúa como si fuera mucho más pequeño de lo que es, dejando a otros chicos o compañeros de clases que se burlen de él o lo tomen como objeto de sus bromas.
4. Irritabilidad: el chico se siente frustrado y lo manifiesta con enojo, se torna controlador e inflexible.
5. Excusas: cuando falla o las cosas no le salen bien, le echa la culpa a los otros o pone excusas como ‘la maestra no sabe explicar’ o el juego era muy aburrido para mí.
6. Separación y distanciamiento: el niño se encierra, no quiere ver a sus amigos, muestra cambios de ánimo y se nota triste y apagado. También puede manifestar su tristeza con cambios en las calificaciones han disminuido o desinterés en actividades habituales.
7. Se ataca a sí mismo: hace comentarios como ‘no sirvo para nada’, ‘nadie me quiere’, ‘es mi culpa’, ‘soy fea’, y se compara con los demás, poniéndose siempre en situación de inferioridad.
8. Las opiniones ajenas: le preocupa mucho lo que digan de él o ella y le cuesta aceptar comentarios positivos sobre su persona.









