¿Sospechas que estás embarazada pero aún no te has hecho la prueba? Atiende a los síntomas de embarazo, que aunque cada mujer presenta distintos signos y en diferente intensidad, hay algunos muy comunes.
Síntomas de embarazo

Muchos signos son similares a las molestias premenstruales, así que si hay probabilidades quizá lo mejor sea hacer un test de embarazo. Por varios motivos: si lo estabas esperando, no hacerte falsas ilusiones; si no lo habías previsto, no confundirlo con el período.
Recuerda que si estás embarazada es recomendable que veas un médico enseguida. Esperar que llegue la regla o la menstruación no es la mejor idea, muchas mujeres hemos experimentado un atraso en la regla a causa de la tensión. "Los tragos difíciles pasarlos pronto" decía mi abuela, y no estaba errada.
Los signos más comunes que presentan las embarazadas son:
Falta de menstruación: un poco obvio, pero no cuenta para aquellas mujeres con períodos irregulares.
Cambios en los pechos: se vuelven más sensibles, se sienten hinchados y duelen al contacto. Pueden molestar hasta el roce de la ropa. Ni qué decir los sostenes o corpiños.
Náuseas y vómitos: Muchas mujeres se sienten solamente asqueadas, sensación que cede al ingerir algún alimento rico en harina. Otras no logran retener nada en sus estómagos, pueden hasta bajar de peso. Lo bueno es que desaparecen al llegar al cuarto mes.
Olfato: se agudiza el sentido del olfato de una manera que nunca lo habías experimentado. Sumado a las náuseas, puede que te provoque de un día para otro odiar tus propios perfumes o no soportar ir a cargar combustible.
Antojos y rechazos: Desesperación por un trozo de queso, aversión al helado. Alimentos que antes te gustaban hoy te pueden causar náuseas de sólo verlos.
Mareos y desmayos: aunque siempre aparecen en las telenovelas como indicador de embarazo de la protagonista, no siempre se presentan. Muchas veces son una simple falta de azúcar, por lo que conviene siempre tener algo dulce a mano.
Orinar con frecuencia: sencillamente hay más líquido en tu cuerpo. Los volúmenes de sangre suben hasta en un litro y medio. Lamentablemente, cuando creas que este síntoma está desapareciendo, el volumen de tu vientre hará que regrese: ahora es el bebé el que apreta la vejiga, por lo tanto tienes menor capacidad de retención. ¡Mantén siempre un baño cerca!
Cambios de humor: la frutilla de la torta. Como no bastaba con todos los cambios físicos, parece que la naturaleza nos jugó una mala pasada. Del llanto a la risa, del miedo a la euforia. Todos los cambios emocionales son permitidos, tus hormonas están hirviendo. Así que a no complicarse, si tu trabajo te parece una cárcel o te inspiraste para cuestionar a tu marido, piensa solamente que esto también pasará.





