Puedes luchar contra tu nueva figura de mamá o unirte a ella, aceptándote tal y como estás. ¿Te has puesto a pensar cuántos buenos motivos tienes para apreciar tu cuerpo de mamá, y que todo lo que hoy eres es gracias a que la vida te ha dado la oportunidad única de traer un niño al mundo? A veces se nos olvida lo afortunadas que somos…
Razones por las que amo mi cuerpo de mamá

Desde que he dejado de compararme con las top models, no consumo revistas de moda ni miro programas del corazón, he conseguido aceptarme tal y como soy. Esto es algo no muy fácil de hacer, lleva su tiempo pero se consigue sobre todo cuando somos capaces de recordar el motivo por el cual nuestro cuerpo ha cambiado.
Marcas para toda la vida
Es algo totalmente natural tener estrías y marcas de cirugías como de cesáreas (si no has podido dar a luz de forma natural), estas marcas no se van con clases de aerobic o caminando cada día. La celulitis sí puedes reducirla y hasta quitártela si realmente te esfuerzas, pero las marcas quedan para el resto de tu vida en tu cuerpo y en tu piel y son testimonio fiel de que eres madre.
Tanto así que si vas a una revisión ginecológica, no es necesario que te pregunten nada, con solo observar las estrías de tu barriga y tu pelvis, ya saben que has sido madre y que te han practicado una cesárea.
Ser agradecida
Mi cuerpo de mamá me satisface enormemente porque soy lo que soy, gracias a que la naturaleza me ha permitido tener niños, no he tenido que plantearme el adoptar, tener que recurrir a tratamientos de fertilidad, o el renunciar a tenerlos por problemas o impedimentos de ningún tipo.
Soy consciente de que hay miles de mujeres en el mundo a las que les hubiera gustado pasar por la experiencia y aun sabiendo de ante mano que les practicarían 3 cesáreas, hubieran aceptado con tal de tener un cuerpo de mamá. Por eso, también me siento llena de agradecimiento.

Aceptación
Este cuerpo, (mi envoltorio físico como le digo cariñosamente) es el que me ha permitido realizarme como madre y por eso lo amo, lo acepto, lo valoro y lo cuido por dentro y por fuera todo lo que puedo.
Me llaman Mamá
Sé que desde que he tenido mi primer hijo y hasta el día en que deje éste mundo, mi cuerpo de mamá que tanto amo, será el que me acompañe y me recuerde con cada una de sus cicatrices y señales que me lo ha dado todo desde la perfecta máquina que es, para poder tener el privilegio de traer a éste mundo a los seres que más amo, permitiéndome así experimentar en mi propia piel lo que se siente y lo que significa que me llamen "mamá".
¿Acaso no te parecen suficientes razones para amar tu cuerpo y aceptarlo tal como es? Si te cuesta reconocerte con tu nueva figura tras el parto, sigue estos 5 tips para sentirte contenta con tu nueva silueta de mamá.





