Cuando una mujer queda embarazada, la familia comienza a decirle ciertas creencias de las cuales no todo es verdad. Debemos tener esto en cuenta, no hacer caso a todo lo que nos dicen y aquellas dudas que tengamos consultarlas con el ginecólogo. Algunos mitos y realidades del embarazo estarán aquí detallados para que sepas que es solo una creencia y lo que es verdad.
Mitos y realidades del embarazo

Creencia: si se presentan náuseas quiere decir que el bebé nacerá con mucho cabello.
Realidad: Durante el embarazo la mujer sufre muchos cambios entre ellos el crecimiento de hormonas propias del embarazo, Estos cambios tan bruscos en el organismo son los que hacen que tenga náuseas, vómitos, estreñimiento, cambios en la tensión arterial, pigmentación en algunas zonas del cuerpo, cambios en el estado de ánimo, entre muchos cambios que son frecuentes en diferentes momentos del embarazo. Por lo tanto este es un mito.
Creencia: la forma del abdomen de la embarazada determina el sexo del bebé.
Realidad: A las 12 semanas ya el bebé presenta las características específicas y definidas de su sexo. Al quinto mes ya es notorio el crecimiento abdominal de una embarazada, el bebé se mueve adoptando distintas posiciones que cambian la forma del abdomen, así que por momentos aparecerá redondeado, puntiagudo, por las mañanas poco prominente y por las tardes muy pronunciado. Así que este también es un mito.
Creencia: todas las embarazadas tienen antojos, deben comer por dos y si no se les cumplen los antojos el bebé nacerá con problemas.
Realidad: Durante el embarazo los requerimientos nutricionales de se modifican y la mujer en esta etapa tiende a tener más apetito sobre todo del cuarto al noveno mes, también suelen tener en este período preferencias por algunos alimentos, pero el no comerlos no ocasiona ningún daño al bebé, ya que aprovecha los nutrimentos que aportan todos los alimentos que su mamá come cada día.
Es muy importante destacar que cuando una embarazada presenta antojos inusuales como querer comer tierra, ladrillo, cal, aluminio, entre otros, esto sí representa un riesgo para la salud, por lo que debe consultar al médico que lleva el control del embarazo y será él quien determine si requerirá un suplemento con vitaminas y minerales. Este es otro muy conocido mito.





