Los malos hábitos de higiene son bastante comunes hoy en día, lamentablemente. No solo son molestos para los demás, sino que también son un riesgo para la salud de la persona. Por eso, es importante que desde pequeños enseñemos a nuestros hijos a mantener una higiene adecuada, y convertir esto en un hábito, de forma que puedan hacerlo automáticamente. ¿Quieres conocer cómo?
Malos hábitos de higiene

Los hábitos más importantes
Para conseguir que nuestros hijos tengan unos buenos hábitos de higiene. Durante la hora de la ducha, debemos enseñar a nuestros hijos cómo lavar su cuerpo, pero no dejar de lado la higiene del cabello, explicando correctamente cómo lavarlo. En los niños, el cabello no se debe lavar más de un par de veces por semana.
Una vez que se han duchado, debes enseñarles a mirar su cuerpo y buscar si hay heridas, cortes, picaduras o cualquier otro elementos extraño en su piel. De esta forma los estarás ayudando a generar un hábito saludable como lo es la examinación. Para los adolescentes que sufren de acné, la opción en este caso es enseñarles a cuidar su piel con el tratamiento adecuado.
Ten en cuenta que en los adolescentes, la transpiración comienza a volverse más abundante y olorosa, por lo que la correcta higiene de axilas y el uso de desodorante debe ser impulsada desde los adultos.
Respecto a la higiene bucal, enseñar a tus hijos a cepillarse los dientes correctamente y al menos tres veces al día es importantísimo, así como también habituarlos al uso de enjuague bucal e hilo dental.
Lavarse las manos es otro punto clave: lavarlas luego de ir al baño, antes de comer, al tocar una mascota o a alguien que esté enfermo. Debemos acostumbrar a nuestros hijos a cortarse las uñas de pies y manos, y también a limpiarlas correctamente.
Una vez que tu hija comienza a menstruar, es necesario que le expliques algunos hábitos de higiene específicos: mantener anotados los días del ciclo, higienizarse más durante esos días, cambiar compresas y tampones regularmente.
¿Y si el pequeño se resiste?
Puede que tengas un hijo o hija que se rehúsa a mantener unos hábitos de higiene saludables, y como padre no sabes cómo poner fin a esto.
No te preocupes, es bastante normal que los niños tengan esa fase, especialmente durante el comienzo de su adolescencia. En esos momentos el niño no se siente motivado a mantener el hábito de higiene, y le trae mejores resultados sobre lo que quiere el seguir sin ducharse o sin lavarse los dientes. Por ejemplo, es mucho más divertido quedarse un rato más jugando videojuegos o viendo la tele que duchándose.
También debemos tener en cuenta que esto puede ser un signo de depresión, trastorno bipolar, trauma o cualquier otro problema. Por esta razón, debemos consultar con el pediatra inmediatamente, especialmente si el cambio no solo se da en este ámbito sino también en muchos otros.
Si la situación te está desbordando, debes hablar con tu hijo, ser gentil y mostrarle amor igualmente, focalízate en lo que sí puedes controlar.
¿Tu hijo tienes malos hábitos de higiene? ¿Qué haces para evitar esto?







