Como casi todo en esta vida, el Internet es un arma de doble filo. Así, por un lado, es una fuente de diversión y puede constituirse en una gran herramienta de aprendizaje. Pero, por el otro, puede comprometer la seguridad de nuestros pequeños y ponerlos en contacto con información no apta para su edad. Para aplacar la faceta oscura del Internet y potenciar la luminosa, es necesario que actúes e impongas los siguientes límites.
La web: 4 límites que todo padre debe imponer a sus hijos


#1 Tiempo limitado
Si fuera por tus hijos, se pasarían todo el día en frente de la computadora. Y cuanto más tiempo pasen navegando en la red, mayores son las posibilidades de que entren a sitios donde no deberían estar. Para evitar estas situaciones, será mejor que limites su tiempo frente a la computadora. Entre 30 y 60 minutos estará bien; este tiempo les será suficiente para explorar en Facebook y verificar sus casillas de correo.

#2 Computadora pública
Hoy en día, es posible permanecer todo el día conectado, gracias a una amplia variedad de artefactos: tablets, laptops, celulares... La pregunta es: ¿necesitan los niños esta conexión ininterrumpida? Pues... no. Así que no fomentes este acceso a Internet ilimitado y coloca la computadora de la casa en un lugar público. De esta manera, podrás chequear cada tanto que los contenidos a los que están accediendo tus pequeños son seguros.

#3 Compras online
Todos sabemos que los niños no tienen los suficientes recursos como para realizar compras online. Ahora bien, esto no significa que no intenten y que en este proceso no revelen información personal. En este sentido, muchos sitios exigen un registro previo a la compra. Para estar más segura, nunca dejes tus tarjetas de crédito a mano.

#4 Información personal
Es fundamental que tus niños conozcan el valor de que la información personal sea siempre, y vaya la redundancia, personal. La red no solo reúne a personas de bien, así que asegúrate de que no anden revelando sus apellidos, su dirección o su teléfono por ahí.
Y ahora, ¡a poner límites se ha dicho! Puede que al principio tus niños no reaccionen tan bien como te gustaría, pero -créeme- con el tiempo te lo agradecerán.









