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La importancia de la disciplina en niños

Antes que nada me gustaría aclarar lo que la palabra disciplina significa, ya que muchas madres y padres se asustan al escucharla y por lo mismo se rehúsan a llevar a cabo acciones disciplinarias, pues todo parte de relacionar esto con maltrato o exigencias extremas hacia los niños.

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Pero no, señores, "disciplina" según el diccionario se trata de la coordinación e instrucción de comportamientos y formas para desarrollar destrezas o bien el seguimiento de cierto código de conducta. Así que la disciplina debe incluso formar parte de la educación básica de los niños y no sólo como una opción a considerar.

Establecer límites oportunos

Muchas veces pensamos que nuestros hijos sufrirán si los corregimos o en este caso disciplinamos, pero la mayoría de las veces la idea de “Me duele más a mí que a ti” aplica muy bien a los padres.

El día de ayer escuché algunas frases que me inspiraron a escribir este artículo, por ejemplo, el decir que a los niños nunca se les debe decir "no" porque se les crea un trauma, o que siempre hay que atenderlos en el momento que lo piden… Quizá esto pueda aplicar en cuanto a las necesidades de un bebé, pero para los niños no necesariamente es igual.

La disciplina es por su bien

Sólo hay que aplicar la lógica para saber que si acostumbramos a nuestros hijos a siempre atenderlos cuando ellos quieren, a nunca decirles no, por lo tanto ponerles límites, a comprarles todo lo que pidan, etc., llegará un momento en que salgan al mundo real y se enfrenten con que no todos van a saciar o inclinarse hacia sus demandas y ahí es donde sufrirán.

Los extremos son malos

Disciplinar a los niños, como bien mencioné antes, se trata de educar con modelos y estructuras el comportamiento para adaptarse a ciertas reglas. Esto se verá en el hogar, la escuela, si es que entra en un equipo deportivo, al socializar con otros niños y sus familias, etc., y así hasta ser mayor.

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Sin embargo, hay quienes toman la palabra disciplina como un extremo, que tampoco es bueno; a veces nos salimos del contexto y confundimos los conceptos, limitar en demasía, no promover la autonomía, decir que no a todo, etc., son conductas que igualmente dañarán a nuestros hijos.

En resumen, encontrar un equilibrio es lo mejor, ningún extremo es bueno en nada, mucho menos cuando se trata de educar a los pequeños. Sé que es difícil, yo misma lo vivo, pero simplemente no se puede generalizar, hay que encontrar la manera de guiarlos con mano suave y estricta según se necesite, en todo caso, como la disciplina lo indica sin mal entender su significado.

¿Qué tipo de educación ejerces?