Educar para el respeto de la naturaleza

Es muy importante que desde muy pequeños les enseñemos a nuestros hijos a respetar y amar la naturaleza. El amor por la naturaleza es algo que cuanto antes se lo enseñemos en la vida será mejor, para que puedan apreciar nuestro mundo y cuidarlo.

Una de las primeras cosas que podemos hacer es familiarizar al niño con aquellas cosas naturales que hay en su entorno como plantas, pájaros, insectos, árboles, flores, etc.

Es importante que cuando lo llevemos a un parque el niño logre relacionarlo con la naturaleza que en ese lugar lo rodea y que aprenda a conservarla. Una manera de enseñarle a cuidar la naturaleza es hacerle entender que no es correcto arrancar o dañar las flores que allí se encuentran o enseñarle a no tirar los papeles en la vía pública e indicándole donde sí es correcto hacerlo mostrándole una papelera.

Sería interesante que lo ayudemos a conocer las plantas y flores, enseñándole los nombres de las plantas que tenemos en nuestra casa, que aprenda las partes que componen a esas plantas y flores y los cuidados que requieren. También podríamos ayudarle a que él descubra cómo nacen y crecen estimulándolo a que plante una semilla, que cuide de su crecimiento y que no le falte agua ni luz solar.

Podrías llevarlo al zoológico para que conozca los animales que allí habitan, qué comen, cuáles son sus necesidades, y su hábitat natural. Otra visita puede ser un museo de ciencias naturales. Puedes llevarlo al jardín y que con una lupa él pueda descubrir la naturaleza que allí se encuentra como hormigas, caracoles, insectos, pasto, etc.

La educación ambiental es una educación en valores y convivencia muy necesaria para toda la vida, así que cuánto antes comencemos con esta tarea será mejor y más favorable para todos.