Si a día de hoy aún tienes a tus abuelas a tu lado debes sentirte afortunada. Y es que desgraciadamente la ley de vida nos las arranca de nuestro lado demasiado pronto, y nunca hay tiempo suficiente para poder disfrutar de ellas.
5 aprendizajes que me dejaron mis abuelas y que quiero enseñar a mis hijos


A mí me pasó con mis abuelas y realmente siento una gran pena por no haber disfrutado de ellas lo que me habría gustado. Pero aunque no estén a mi lado las siento cerca gracias a los aprendizajes que me dejaron de la vida y que yo quiero repetir con mis hijos y también con mis nietos.

#1 Apreciar de donde vengo
Es posible que no tuviera la mejor familia o la familia perfecta, pero ¿qué más da?
Lo que realmente importa es que tengo una familia que me quiso, que me quiere y que me seguirá queriendo, ¡y yo a ellos!

#2 Unidos pese a todo
Mi abuela me enseñó que no importa cuáles sean los problemas que tenga la familia, lo verdaderamente importante es que estemos los unos con los otros para poder apoyarnos siempre que sea necesario.

#3 No juzgar a los demás
Muchas familias juzgan a los demás sin saber por lo que están pasando o sufriendo. Mi abuela sufrió mucho en su vida y aprendió que no es todo oro lo que reluce.
No juzgar a los demás es algo que también enseñaré a mis hijos y nietos, ¡libera de mucho mal interior!

#4 La fuerza está en mi interior
Una persona que supo luchar ante la adversidad y te lo cuenta con lágrimas en los ojos te hace ver que la fuerza no está en las armas (sobre todo para aquellas personas que han tenido que vivir horribles guerras), sino en la mente de cada uno de nosotros.
La fuerza para luchar y seguir hacia adelante siempre estará dentro de nosotros.

#5 Puedo conseguir lo que me proponga
“Si realmente quieres hacerlo, podrás conseguirlo”. Palabras sabias y llenas de valor y fuerza. Esto es así, si algo que me importa busco la manera de conseguirlo y llegar a mis metas.
No me dejaré arrastrar por las malas personas, y si alguien me dice “no podrás conseguirlo”, ¡esas palabras serán el coraje que me impulse a hacerlo! ¡Gracias abuela!
¿Qué cosas te enseñó tu abuela que ahora tú puedes enseñar a tus hijos? ¡Comparte con nosotras tus preciados recuerdos! Pero que no se te olvide algo importante... ¡la vida está para vivirla!







