Quizás estas pensando en que como estás embarazada es la hora de sacar el pote de helado de la nevera y comer hasta que te plazca. Y si bien las hormonas pueden hacer que tengas más antojos que de costumbre, el embarazo es el momento donde tu alimentación es más importante.
3 alimentos que no pueden faltar durante el embarazo

Entonces, si no te puedes comer el helado que quieres, ¿qué deberías comer durante tu embarazo? La idea es que comas de todo, en la porción correcta incluyendo carbohidratos, proteína y grasas saludables.
Carbohidratos

Tu cuerpo descompone los carbohidratos en glucosa para obtener la energía que necesita para moverse y realizar las actividades diarias. Frutas, verduras, cereales y legumbres (frijoles) todos pertenecen a este grupo. La leche también contiene hidratos de carbono. Hay dos grupos grandes en los carbohidratos, los simples y complejos.
carbohidratos simplesSi tienes niveles de azúcar alto, tienes que tener más cuidado con el consumo de este tipo de carbohidratos porque pueden elevar rápidamente tu nivel de glucosa en la sangre.
Ver también: Mito o realidad ¿Comer por dos durante el embarazo?
carbohidratos complejosTambién están las verduras sin almidón, como las zanahorias, la lechuga, el brócoli, los tomates y el coliflor. Estos alimentos no refinados contienen gran cantidad de vitaminas, minerales y fibra, por lo que son muy buenos durante el embarazo.
Proteína:

La proteína es necesaria para la creación de nuevo tejido y la reparación del tejido existente. Es importante comer proteínas durante el embarazo, para promover el crecimiento saludable de tu bebé. Las proteínas se encuentran en los productos de carne, pescado, aves, huevos, frijoles, nueces, soya y productos lácteos.
Grasa:

La grasa también es importante. Tu bebé necesita grasa para el desarrollo, y tú la necesitas para mantenerse sana. Pero algunas grasas son mejores que otras. Por ejemplo, la grasa vegetal (tales como aceite de oliva) y la grasa en el pescado (como el salmón) es mejor para la salud que las grasas saturadas que se encuentran en otros productos de origen animal y la grasa trans que se encuentra en algunos productos horneados y alimentos fritos.
Lo más importante es que hables con tu doctor sobre las porciones de alimentos que debes ingerir. Porque la cantidad, así sea en alimentos sanos, también marca una gran diferencia.








