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Cómo hablar con tus hijos sobre la alimentación y el peso

¿Cómo te sentirías si mientras comieras tuvieras un par de ojos clavados encima? ¿Te gustaría que haya dos personas observándote y casi tomando nota de la cantidad y la forma en que ingieres la comida? ¿Qué te parecería incluso que te metieran una cuchara repleta de comida sin preguntar? Pues, aunque parezca exagerado, este tipo de comportamiento es muy común en muchísimos padres hoy día.

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Por supuesto, queda claro que la intención es válida: nos preocupamos por la salud de nuestros hijos y deseamos que se alimenten bien. Sin embargo, muchas veces la forma de expresarnos, las palabras que utilizamos y nuestras propias costumbres no son las más adecuadas a la hora de reflexionar sobre la alimentación con nuestros hijos. Hoy compartimos, entonces, algunos consejos que te ayudarán en el momento de hablar con los niños sobre la alimentación y el peso de manera amorosa y respetuosa.

1. Recuerda que las buenas intenciones no bastan

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En general los padres se sienten un tanto confundidos cuando llega el momento de hablar sobre la alimentación y el peso. Es que, a menos que durante la crianza nuestros padres hayan puesto verdadero énfasis en el tema, difícilmente nosotros nos hayamos preguntado sobre la mejor forma de hablarlo con nuestros hijos.

Para no caer en la frustración, hace falta darnos cuenta de que las buenas intenciones son solo eso, buenas intenciones. En concreto, conviene tomar las riendas del tema y hablarlo siempre con claridad y franqueza. Nuestros niños (de acuerdo con su edad) entenderán mucho más de lo que imaginamos.

2. Busca un equilibrio saludable

Como padres solemos introducir comentarios desafortunados o incluso tener pautas de alimentación contrarias a lo que buscamos fomentar en nuestros niños. Un exceso de comentarios respecto de la cantidad de comida ingerida, la falta de ella o incluso respecto al peso de otras personas marca al niño y le genera un patrón que será luego difícil de modificar con el tiempo. Debemos, entonces, buscar un equilibrio entre marcar los límites y ser demasiado invasivos. De esta manera, ellos obtienen una guía quizá no tan estricta, pero sí respetuosa.

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3. Brinda un espacio de decisión

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Respecto al peso y a la alimentación es fundamental que el niño sepa por qué resulta recomendable que ingiera ciertas comidas en vez de otras y cuáles son las consecuencias de determinadas elecciones. De esta forma, el niño irá aprendiendo por sí solo cuáles son los productos que debe consumir y en qué cantidades sin necesidad de tanto control por parte de los adultos.

4. Practica lo que proclamas

Decir algo y hacer algo distinto es contradictorio y, que no quepa duda, los niños perciben todas nuestras contradicciones desde una edad muy temprana. Procura, entonces, reflexionar sobre tus propios hábitos alimenticios y la forma en que te expresas respecto al peso propio y el de los demás. Esta será la mejor forma de demostrarle a nuestros niños pautas saludables y respetuosas de su cuerpo.

5. No premies con comida

Aquí el límite es el chantaje:  «Si te portas bien, te compro un helado». Este tipo de frases tan comunes hacen mella en los niños porque comienzan a asociar la comida con una especie de premio. Como padres, debemos tener en claro que la comida no es un premio, sino una forma de nutrir nuestro organismo.

6. No examines a tu hijo mientras come

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Lo tenemos tan naturalizado que muchas veces ni cuenta nos damos. Sin embargo, espiar o directamente analizar a nuestro hijo mientras ingiere su comida resulta un hábito molesto y poco conveniente. Si tienes claro cuáles son los hábitos que llevas adelante y los que quieres inculcar (y se ha conversado con el pequeño) no tienes de qué preocuparte. Los niños son muy sabios y aprenden muy rápido. Confía en ellos y te sorprenderán los resultados.

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7. Cocinen juntos

Lo más probable es que tardes diez veces más de lo que tardarías si lo haces solo y de seguro también la cocina quedará hecha un desastre. ¡Pero vale la pena! Aprovecha esta oportunidad maravillosa de inculcarles una visión saludable sobre la alimentación.

Para construir una visión sana sobre la alimentación y el peso con nuestros hijos primero debemos tomarnos el tiempo como adultos para reflexionar sobre los diferentes aspectos involucrados y pensar qué queremos comunicarles. La paciencia, la confianza y el amor serán claves a la hora de fomentar hábitos respetuosos de su cuerpo y su salud.