Si eres runner probablemente te enfrentes a estos 5 dolores, descúbrelos y aprende a tratarlos

En los últimos años la cultura del deporte se ha fortalecido y una de las actividades favoritas es salir a correr. Claro que en un mundo ideal, cada paso de los runners sería 100% libre de dolor. Pero nos guste o no, en algún punto nuestro cuerpo puede resentir la rutina que tenemos.

Si correr es lo tuyo hay que estar atento a las señales que los músculos nos dan, para poder atender los dolores de manera eficiente y rápida. Acá te dejamos 5 molestias súper comunes entre los runners y algunas formas de aliviar el dolor que nos puedan provocar, ¡chécalas!

Dolor #1: Frente de la rodilla

Una de las lesiones más comunes entre los corredores, ya que representa cerca del 40%. Conocido como síndrome de dolor patelofemoral, se presenta como un dolor leve en la parte baja frontal de las rodillas y de acuerdo a la Clínica Mayo, este padecimiento es más frecuente en mujeres. Una de las causas más comunes es correr en caminos empinados y con muchas escaleras. El dolor se intensifica cuando subimos o bajamos escaleras, te arrodillas o te sientas con las rodillas flexionadas por mucho tiempo.

Dolor #2: Talón

La Fascitis plantar, es una inflamación aguda que todos podemos experimentar; pero los corredores pueden resentirlo de manera más rápida e intensa cuando incrementan de golpe la distancia que ejercitan, así como por usar tenis de correr incorrectos. El síntoma más común es el dolor punzante en la parte inferior del pie, cerca del talón. Por lo general es más notorio al despertarte, después de estar parado mucho tiempo y justo después de correr.

Dolor #3: Espinilla

Conocido como periostitis tibial, este dolor es algo con lo que muchos corredores se enfrentarán en algún punto. Se presenta en la espinilla y aparece cuando aumentamos el nivel de actividad física de nuestra rutina. ¿La razón? Una sobrecarga en los músculos, tendones y tejido óseo. Los síntomas, además del dolor con palpitación en la zona, pueden ir acompañados de una ligera hinchazón en la parte inferior de la pierna.

Dolor #4: Punzada debajo del glúteo o detrás del muslo

Este dolor no es exclusivo de los jugadores de fútbol. Los runners pueden experimentar una torcedura de tendón en estas áreas, después de hacer un sprint o un cambio de velocidad repentino. Entre los síntomas más comunes se encuentran el dolor o molestia en la cadera (lateral), así su aumento después de trotar, bajar o subir escaleras.

Dolor #5: Parte externa de la rodilla

Cuando corremos, las rodillas se flexionan y extienden lo que puede provocar que la banda iliotibial “frote” con un costado del fémur. Este roce resulta en una inflamación conocida como síndrome de la banda iliotibial y aparece cuando aumentas las distancias que corres de un momento a otro, especialmente si corres a campo traviesa o cuesta abajo. Los síntomas más comunes son: dolor ligero en la parte externa de la rodilla que desaparece durante el calentamiento.

Cómo tratar los dolores comunes de los runners

Después de revisar aquellas molestias que puedes experimentar si amas correr, es importante tener en cuenta algunas acciones que te ayuden a disminuir el dolor y la inflamación. Aquí una lista súper práctica:

• Terapia en frío: aplica compresas frías en las áreas donde sientas molestias. Esto ayudará con el dolor, la inflamación y la hinchazón.
• Analgésico con complejo B: te ayudará a aliviar el dolor y la inflamación, gracias a su combinación de diclofenaco con las vitaminas B1, B6 y B12. Se encargará de reducir el tiempo de las molestias y del tratamiento en general.
• Estira: un pequeño masaje con aceite, te ayudará a estirar los músculos contraídos.
• Crea un plan de entrenamiento: consulta con un profesional sobre tu rutina completa; desde el estiramiento hasta la técnica. Esta persona te podrá orientar para mejorar tu manera de correr y disminuir las posibilidades de experimentar alguno de estos 5 dolores.

Si notas que estos tratamientos no funcionan en los primeros días y las molestias aumentan, es muy importante que visites a un profesional de la salud, para descartar una lesión más grave que requiera atención médica.

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