Se dice por ahí que las lecciones más importantes de la vida no se aprenden en el colegio. La escuela de la vida es mucho mejor para aprender sobre las relaciones, los amigos, la felicidad y el amor… Sin embargo, en esta escuela los chicos aprendieron la lección más importante, la lección del amor y de la aceptación…
El director de esta escuela le dio a sus alumnos la mejor lección de todas (y a los alumnos también)

Johnson Jackson es un niño de 11 años y decidió afeitarse su cabeza completamente porque su abuelo Rick padece de cáncer. Quienes conocemos la enfermedad sabemos lo fea y dolorosa que puede llegar a ser, por lo que el gesto de este niño es de los más sensatos que he visto.
Lamentablemente, sus compañeros en la escuela no lo entendieron de la misma forma que él y comenzaron a burlarse. Le gritaban “pareces un enfermo de cáncer” hasta que la mamá de este niño decidió hablar con el director sobre lo que estaba sucediendo.
Tim Hadley, el director, tomó cartas en el asunto pero en lugar de castigar a los bullies decidió hacer algo mucho mejor… Reunió a todos los alumnos de la escuela y les dijo:
"Como todos saben Jackson se hizo un nuevo corte de cabello, en honor a su abuelo Rick, al que le diagnosticaron cáncer. Escuché que alguno de ustedes estaban haciendo algunos comentarios sobre él, sobre su aspecto diferente y haciendo algunas bromas. Para mí eso no está bien. Jackson, estoy muy orgulloso de ti, es increíble lo que hiciste, debes ser muy fuerte para hacerlo. ¿Conocen a alguien que haya tenido cáncer alguna vez? Todos lo saben… así que burlarse de alguien por hacer lo que hizo Jackson está mal. Sé que podemos hacerlo mejor. Para mostrarle a Jackson mi apoyo y mis respetos a su abuelo Rick dejaré que él afeite mi cabeza… Apoyémonos entre nosotros, amémonos entre nosotros, somos una familia, por eso estamos aquí. Somos la familia Pekin, para eso estamos aquí, para apoyarnos en los buenos y en los malos momentos. Quiero ver más buenos momentos y menos momentos tristes pero aún así estoy aquí.”
Sus palabras fueron fuertes pero conmovedoras y nos mostraron a todos que hay otras formas de detener el bullying. No necesitamos de la violencia para acabar con ella, necesitamos más amor y comprensión, cuando entendamos eso seremos inmensamente felices.
Estas hermosas acciones me hacen creer en un mundo mejor, lleno de corazones nobles. Sé que es posible. ¡Espero que hayan miles de directores como este y miles de alumnos como Jackson!
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