La mayoría de las personas no distinguen la felicidad en el momento en el que la viven sino que la reconocen una vez que ese instante ha pasado. Y es que en cierta medida todos imaginamos que no podemos esperar ser felices todos los días. Pues en realidad esta creencia es solo eso: una creencia.
Convierte cada día en el mejor de tu vida con estos 4 consejos

Independientemente de las situaciones que se nos presenten en nuestro camino, experimentarlo en plenitud es una decisión. Hoy te contamos entonces 4 consejos que sirven como guía para que cada día empiece a ser el mejor de tu vida.
1. Agradece

La gratitud es una cualidad que no siempre aprendemos a desarrollar adecuadamente porque no suele tenerse en cuenta. Vé más allá de ser agradecido con las personas que en concreto te brindan objetos o servicios.
Siente la gratitud en todo tu ser desde que te levantas por la mañana y observas que estás sano, que se te ha brindado el milagro de seguir respirando.
Agradece por todo lo que te rodea. No importa si tu yo interior quisiera poseer más cosas materiales. Hazlo a un lado y concéntrate en lo intangible (lo verdaderamente importante) que habita en todo y en todos. Valorarlo y agradecerlo ya es un primer gran paso para vivir cada día en armonía con nosotros mismos y el Universo.
2. Medita
El estrés y la ansiedad (en definitiva, el miedo) generan emociones que pueden arruinar hasta el día más radiante. Por fortuna, integrarlos es una habilidad que todos tenemos y que podemos poner en práctica en cualquier momento.
La meditación resulta eficaz para aquellos que están en búsqueda de una guía que de veras funcione. 10 minutos bastarán para hacer la diferencia en tus días. ¡Compruébalo hoy tú mismo!
3. Fluye

En ocasiones solemos escuchar una frase remanida que hasta puede enojarnos un poco... « ¡Fluye con la vida!» Pues esta invitación no debe confundirse con la irresponsabilidad.
Más bien todo lo contrario: fluir con la vida es acoplarnos a las situaciones que se dan cada día sin importar los juicios que podemos emitir al respecto. Tanto si las consideramos positivas o negativas, estas experiencias conllevan un mensaje del que debemos aprender.
Si aceptamos las que no nos gustan tanto y conectamos con su enseñanza seremos capaces de realmente hacernos cargo y de sobrellevarlas de forma armoniosa.
4. ¡Diviértete!

Estás pensando en tu trabajo y en las tareas del hogar y lo más probable es que las asocies con cualquier término excepto con diversión. Pues en realidad divertirse más tiene que ver no con reír de todo a cada momento sino con vivir cada actividad que realizamos de la mejor manera.
No hace falta que rías a carcajadas mientras limpias el baño pero sí una sonrisa ya puede modificar tu estado de ánimo y ayudarte a transitar la tarea con mayor gusto y motivación.
Ya sabes, sacarle provecho a cada situación de la vida y hacer de cada día uno de maravilla depende exclusivamente de nosotros. La llave para lograrlo está dentro nuestro. ¡Anímate a encontrarla y vive en plenitud empezando hoy mismo!
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