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Amor

¿Sientes que vas a explotar cuando abrazas un bebé o un cachorro? La ciencia explica por qué

Publicado 20 Oct 2020 – 03:13 PM EDT | Actualizado 20 Oct 2020 – 03:15 PM EDT
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¿Alguna vez te han dado ganas de estrujar o destruir algo muy tierno? No es ansiedad, pero tiene otra explicación científica.

Hay ocasiones en que demasiada ternura pueden detonar pensamientos o sensaciones ‘negativas’ de querer destrozar algo de tan lindo que es.

La sensación suele ocurrir con los cachorros o con los bebés por ser pequeños y adorables; sin embargo, esto no quiere decir que se les quiera causar daño.

Es común escuchar que alguien va a explotar de ternura, ansias, que quiere apretar fuerte a ese ser tan tierno o que se quiere comer las mejillas de un bebé.

Este es un fenómeno descrito por investigadores de la Universidad de Yale como ‘cute agression’; traducido sería algo como 'agresión tierna'.

La investigación de 2014 describió la agresión tierna como una dismorfia emocional en el cerebro, la cual es detonada por las emociones extremadamente positivas y es una muestra de que el cerebro busca un equilibrio entre ellas.

Sin embargo, la psicóloga Katherin Stavropoulos, quien experimenta la agresión tierna, quiso averiguar cómo se veía la dismorfia en el cerebro.

La investigadora reunió a un grupo de personas para mostrarles dos tipos de imágenes: unas excesivamente atractivas o tiernas y otras con menos atributos considerados lindos que fueron manipuladas.

Los resultados del estudio revelaron que la imagen de criaturas adorables activa regiones en el cerebro involucradas con las emociones; sin embargo, al mismo tiempo se accionaba la agresión linda, que activa los sistemas de recompensa del cerebro.

La investigación sugiere que las personas que sienten ganas de aplastar a un cachorro por ser tan lindo están impulsadas por dos fuerzas en el cerebro: las recompensas y las emociones. Es por eso que ocurre la dismorfia.

Es probable que la estimulación de emociones positivas sea tan abrumadora para el cerebro, que este tiene que generar un pensamiento agresivo, sin la necesidad de dañar, sino para ayudar a controlar la positividad.

La agresión linda es una manera en la que el cerebro indica que ya fue suficiente ternura y debemos alejarnos del cachorro o del bebé, un comportamiento que está asociado al instinto o sentimiento de cuidado.

De acuerdo con el estudio de Stavropoulos, la mitad de adultos sometidos al experimento presentaron esa sensación, pero no quiere decir que esas personas serían capaces de agredir a una criatura.

La dismorfia emocional no solo ocurre con una imagen o criatura tierna; también se puede generar cuando una persona se siente muy feliz.

El estudio de Yale puso un ejemplo en el que una persona que gana la lotería es propensa a llorar de la emoción para compensar esa felicidad.

Según Oriana Aragón, una de las investigadoras del primer estudio de Yale, las personas que experimentan la agresión tierna son las que tienen más probabilidades de llorar en una boda o cuando nace un bebé.

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