Lifestyle

Cómo liberarte del perfeccionismo de una vez por todas

¿Eres de esas personas que siempre buscan que todo esté perfecto? ¿Te molestan demasiado los errores? ¿No te permites fallar ni una vez? Pues por si te has olvidado... ¡la perfección no existe! Quizás ya lo sabías, pero puede que aún te cueste soltar esa autoexigencia que se torna muchas veces una carga insoportable. Estos 5 consejos te ayudarán a liberarte del perfeccionismo de una vez por todas.

PUBLICIDAD

1. No juzgues

Imagen Shutterstock

Si eres una persona perfeccionista, lo más probable es que tengas la costumbre de colocarte demasiada presión sobre los hombros. Esto puede ser muy perjudicial porque, en general, las cosas no salen exactamente como lo planeamos... y aparece el juicio.

En esas ocasiones (las conflictivas de cualquier grado y en cualquier circunstancia), te conviertes en tu peor juez y es allí cuando también surge el sufrimiento. La forma más sencilla de evitarlo es dejando de evaluar y criticar. No hay una sola forma correcta de hacer las cosas. La vida es dinámica y cambiante. Deja el juicio de lado y disfruta de las situaciones que se van presentando tal y como son.

2. Olvídate de ser productivo al 100% todos los días

Habrá días en que no te sentirás tan a gusto con tus jefes o tus compañeros de trabajo. Habrá otros en que quizás hayas discutido con tu pareja o surjan problemas en el colegio con los niños. Es probable que estas situaciones produzcan cambios en tus emociones y que no seas tan productivo como otros días. ¿Adivina qué? ¡Eso está muy bien!

Habrá momentos en que te sentirás más a gusto y de seguro allí podrás producir mejor. En los días en que no lo sientas, no te fuerces. Forzar tu mente y tu cuerpo no tiene sentido, básicamente porque no lo pasarás bien (y tampoco lograrás ser efectivo).

3. Cuestiona tu forma de pensar

Imagen Shutterstock

El perfeccionismo es muy subjetivo. Lo que es ideal para unos es absolutamente horrendo para otros. Así funcionan las cosas. Entonces, cuando estés a punto de juzgarte y caer en la sobreexigencia, pregúntate con qué vara estás midiendo tus expectativas.

PUBLICIDAD

Muchas veces esa medida corresponde más a los deseos o exigencias de otras personas del alrededor, y no tanto a deseos propios. Conectar con ellos te hará liberarte del perfeccionismo y poder fluir con mayor facilidad hacia aquello que realmente buscas.

4. Disfruta el proceso

Cuando miramos hacia atrás quizá podamos recordar determinados momentos en que fuimos realmente felices o que nos llenaron de gozo. Sin embargo, esos instantes son solo eso, instantes efímeros que así como llegan se van. Procura, entonces, enfocar tu energía en disfrutar de los procesos. Recuerda: lo hermoso de los viajes es el camino, no el destino. La belleza de la vida también reside en el trayecto.

5. No supongas

Imagen Shutterstock

En ocasiones tendemos a presuponer demasiado. Pensamos que el otro tiene que saber de antemano aquello que queremos o incluso aquello que estamos pensando... pero no siempre es así. El otro es otra persona, con sus características e historia particulares, diferentes de las nuestras, de manera que no tiene por qué saber exactamente aquello que prefieres. Lo importante, entonces, es que tú tengas claro qué es lo que te hace bien y ser franco con los demás respecto de ello.

Recuerda que todos estamos haciendo lo mejor que podemos siempre. Ser más compasivo y menos perfeccionista contigo mismo no solo te hará vivir mejor todas las situaciones de la vida, sino que te ayudará a vincularte de manera más amena con todos los que te rodean.