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Beneficios de la terapia de pareja

Amor, felicidad, pero también incomprensión y rabia, la vida de pareja se compara muchas veces con una gran aventura. ¿Estás pasando por un momento difícil? La terapia de pareja podría ser una ayuda muy eficaz.

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La terapia de pareja, ¿cuándo y cómo?

El comienzo de una historia de amor suele ser sencillo. Sonrisas, acompañadas de palabras bonitas, la felicidad se puede respirar. En este estadio, no existen preocupaciones de ningún tipo. Pero con el tiempo, descubriendo y conociendo cada vez más a la pareja, la situación se complica. Los defectos se desvelan y la incomprensión se instala.

Imagen Thinkstock

Las disputas son más frecuentes, las tensiones son casi permanentes. El compartir no se hace con tanta facilidad, así como la escucha del otro. La comunicación parece estar saturada. La terapia de pareja puede entrar entonces en juego y poner orden en toda esta confusión. Recurrir a una terapia permite que la comunicación vuelva a surgir, y quizás solucionar las incomprensiones.

El funcionamiento de la terapia de pareja

El objetivo de la terapia de pareja es dar una solución a los problemas de los cónyuges. En un primer momento, se tratará de descubrir las causas reales de los conflictos, y después, una vez que se han situado los puntos de fricción, ofrecer soluciones por parte del terapeuta. Los problemas más corrientes son de orden familiar, profesional, financieros, o culturales.

También se puede tratar de cambios como la llegada de un bebé, o la evolución de uno de los miembros de la pareja hacia cualquier tipo de estado. La razón más sencilla puede resultar a veces la mayor incompatibilidad en términos de carácter, pudiendo engendrar problemas de comunicación importantes. De esta forma, la terapia de pareja puede enseñar a descubrir estos factores y aclarar así cada situación. El terapeuta, al no verse comprometido con la pareja en cuestión, puede ofrecer soluciones objetivas.

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Una vez que se ha decidido acudir conjuntamente a terapia, queda por solucionar la cuestión de cómo elegir un terapeuta. En este caso, no siempre es cuestión de diplomas, ni de experiencias, ni de consejos que vengan de amigos o familiares. Se trata sobre todo de una cuestión de confianza. La terapia de pareja sólo puede tener éxito si se da un sentimiento compartido de seguridad. La pareja tendrá que sentirse a gusto y cómoda en cada sesión, de forma que nada quede oculto.

A modo de conclusión, cabe destacar que si una pareja consigue superar sus problemas con la ayuda de un terapeuta, no tiene por qué funcionar con otra pareja diferente. También es posible que el terapeuta se adapte bien a uno de los miembros de la pareja, pero no al otro. Pero en este caso, la terapia no funcionará, puesto que como su propio nombre indica, la terapia de pareja es de la pareja al completo.