La ansiedad no es algo que deba tomarse a la ligera. Así como el estrés puede provocar diversas enfermedades, la ansiedad también puede dar paso a problemas físicos que perjudiquen nuestra salud. Además, si no atendemos la situación correctamente, puede afectar nuestra calidad de vida.
5 síntomas físicos que la ansiedad te está provocando y quizá no te habías dado cuenta

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud ( OMS), la ansiedad afecta a más de 264 millones de personas y es la sexta causa de discapacidad laboral en el planeta. Este problema se caracteriza por un sentimiento de angustia o de que algo malo va a ocurrir en un futuro cercano. Incluso pueden pensar que su vida está en peligro. Preocupación, miedo y nerviosismo son otras de los estados emocionales que la acompañan.
Desafortunadamente, la ansiedad va más allá del aspecto emocional y mental. Quienes viven con ella, también pueden presentar síntomas físicos que afectan su salud. Si tienes alguna de estas señales, es recomendable que acudas con un especialista para que te oriente en el manejo de la ansiedad y esta no impida que disfrutes tu vida.
#1 Dolor muscular
La ansiedad provoca un estado de alerta y tensión, lo que a su vez causa una contracción en los músculos (la persona está lista para salir corriendo, en caso de peligro). Una vez que el temor pasa, los músculos vuelven a su estado original, pero sufren molestias por el tiempo que se mantuvieron tensos.
#2 Mareos
La mayoría de las veces, la ansiedad viene acompañada de miedo o incluso pánico. Estos sentimientos ocasionan una descarga de adrenalina en nuestro cuerpo, misma que provoca que el corazón lata más fuerte. Cuando esto ocurre, la presión sanguínea se eleva y da como resultado la sensación de mareo.

#3 Malestares estomacales
La sensación de un ‘vacío’ en el estómago o de un hormigueo es uno de los síntomas físicos más comunes. Debido a que la persona se encuentra a la defensiva -por la sensación de peligro-, el flujo sanguíneo se concentra en las extremidades para poder huír. Así, otros órganos reciben menor cantidad de sangre y se experimenta una sensación de vacíos o incluso náuseas.
#4 Visión borrosa
Cuando estamos ansiosos, las pupilas se dilatan y los ojos reciben menos sangre de lo normal. Esto da como resultado que la visión sea nublada o que incluso se presente una amaurosis fugaz, es decir, que haya una pérdida total o parcial de la misma, por supuesto de forma temporal. Aunque sólo dure unos momentos, puede ser algo muy atemorizante.
#5 Dificultades para respirar
Este es uno de los problemas más comunes. Generalmente se acompaña de dolor de pecho y/o palpitaciones. Como ya se mencionó, durante un estado de ansiedad el corazón late más fuerte para que la sangre llegue más rápido hasta las piernas y brazos.
Esto a su vez da paso a la hiperventilación, que es cuando consumimos demasiado oxígeno en la respiración. Cuando esto ocurre, los vasos sanguíneos del pecho se contraen y provocan dolor en la zona.
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