Muchas personas que nunca han sufrido de ansiedad, o que no la han experimentado en su totalidad, pocas veces comprenderán los extremos a los que alguien que sufre de este trastorno puede llegar a experimentar en ciertos momentos de su vida.
5 cosas que inquietan a cualquier persona que sufre ansiedad

Considerado como uno de los grandes males de este milenio, la ansiedad es una respuesta involuntaria del organismo a ciertos estímulos negativos y que abarca trastornos que van desde la agorafobia hasta el obsesivo convulsivo, males que engloban algunas de las siguientes 5 cosas que inquietan a cualquier persona que sufre ansiedad.
1. Malas imágenes

La ansiedad muchas veces llega en forma de imágenes; imágenes desagradables que no se corresponden en absoluto con nuestro pensamiento racional, y es ante ellas cuando nuestro organismo responde de forma negativa.
A su vez, estas imágenes se convierten en motivo de una obsesión constante que no puedes quitarte de la cabeza. De hecho, cuanto más lo intentas menos resultados consigues. Este tipo de estímulos dan respuesta al conocido como trastorno obsesivo compulsivo.
2. Volar

Llamado comúnmente como "miedo a volar", la aerofobia afecta a un gran sector de la población, especialmente a aquellas personas que suelen tomar aviones casi por obligación.
El hecho de entrar en cabina, abrochar el cinturón y pensar que el avión va a estrellarse en cualquier momento, es un mal para el que muchas veces no existen suficientes somníferos o consejos, pues procede del simple hecho de encontrarse en una situación más frágil en manos de otra persona.
3. Hablar en público

El miedo escénico es otro de los cuadros derivados de la ansiedad, aunque pueden pasar años hasta que lo identifiquemos. Porque, ¿cuántas veces no pensamos que estábamos sanos hasta que nos tocó hablar en una conferencia, una presentación en la universidad o un discurso en la boda de unos amigos?
Un tipo de ansiedad que, por suerte, puede tratarse de forma más eficaz y rápida.
4. Los espacios abiertos

Cuando una persona ha sufrido un primer ataque de pánico, el miedo a que pueda volver a suceder y nadie esté ahí para ayudarla da cabida a la temida agorafobia, la cual se caracteriza por un miedo a espacios abiertos, véase salir a la calle.
En ocasiones, estar en espacios cerrados llenos de gente también puede ser motivo de ansiedad. Personas que necesitan estar en casa, rodeada de sus seres queridos y con la necesidad de tenerlo todo controlado. La claustrofobia sería lo opuesto.
5. Los payasos

La ansiedad puede derivarse en infinidad de trastornos y fobias, algunas de ellas tan extrañas como la coulrofobia, o fobia a los payasos. El motivo suele ser siempre un episodio pasado no superado o un miedo de la infancia que no superado.
De esta guisa, además de los payasos encontramos fobia a ciertos animales como las ratas ( musofobia, con la que me identifico), a colores como el amarillo (la xantofobia), a los árboles ( hilofobia), e incluso al amor o al hecho de enamorarse ( amaxofobia).
Aunque son muchos los consejos que existen para paliar algunas de estas cosas que vuelven loco a cualquier persona con ansiedad, mi principal consejo es sencillo: no trates dominar a la mente de forma consciente, engáñala y haz cosas que sepas que te van a mantener ocupado.







