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4 formas en las que el trabajo puede dañar tu salud (y no tienen que ver con tu jefe)

Actualmente se habla con frecuencia sobre los efectos del estrés en la salud física y emocional. Desde migrañas a úlceras en el estómago pasando por ataques al corazón y ACV. En este sentido, uno de los factores que suelen incidir en los niveles de estrés tiene que ver con las presiones laborales y las expectativas que colocamos en torno a nuestro empleo. Para evitarlas, conoce estas 4 formas en las que tu trabajo puede estar dañando tu salud.

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1. Pasas todo el día sentado

Unas décadas atrás, los empleos requerían que las personas estuvieran bastante tiempo de pie realizando trabajos manuales. No obstante, hoy día la situación ha cambiado mucho. Muchos tipos de trabajo consisten en pasar largas horas sentado frente a una computadora. Las consecuencias se traducen en  daños en distintos grados. Algunas conductas pueden  contrarrestar los efectos del sedentarismo. Intenta mantenerte activo todo lo que puedas tanto dentro como fuera del horario laboral.

2. Te salteas o te apuras en el almuerzo

Imagen shutterstock

Seguir atendiendo el teléfono o contestando mails mientras comemos luce como una buena idea a la hora de ahorrar tiempo. Sin embargo, sería interesante saber que el multitasking realmente no funciona e incluso puede ser nocivo para tu cerebro. Haciendo varias cosas a la vez no «matas dos pájaros de un tiro» sino que estás obstaculizando la concreción efectiva de determinadas tareas.

Leer más: << Según la ciencia, el multitasking es muy nocivo para tu cerebro>>

Opta entonces por tomarte tu tiempo, ya sea media hora o una hora completa, para almorzar en un sitio alejado de tu computadora. Intenta además comer los alimentos con  atención plena, masticando lentamente y disfrutando cada bocado. Verás que luego del primer almuerzo en que lo implementes ya te sentirás mucho mejor.

3. Siempre accedes a trabajar horas extras

Aquellos que trabajan entre 8 y 9 horas por día suelen quejarse de que les falta tiempo para ellos mismos. Y sin duda que estar tanto tiempo fuera de casa genera esta sensación desagradable. Pues entonces ¿por qué volcarnos a hacer horas extras con frecuencia?

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El dinero extra siempre viene bien pero no puedes olvidar que si trabajas tiempo extra a menudo esto tendrá necesariamente un impacto en tu salud física y emocional. Pensar en ciertos límites en este sentido será una decisión que beneficiará todo tu organismo.

4. Contestas mails antes de irte a dormir

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Tener el teléfono siempre cerca es común. Y si está tan a mano, ¿por qué no aprovechar y responder mails incluso por las noches? Resulta que en esta acción al parecer inocente imaginamos que nos estamos «liberando» de una tarea tediosa al día siguiente. Sin embargo, hacerlo fomenta el estrés porque no nos permite desconectarnos totalmente del ámbito laboral.

Ahora, si tu trabajo requiere de un compromiso las 24 horas del día, fija límites con respecto a los horarios propios. Por ejemplo, dos horas antes de irte a acostar deja de revisar los mails. De esta manera podrás responder a las demandas laborales sin comprometer en exceso al menos tu descanso nocturno.

Trabajar no debería suponer un riesgo a la salud, por lo que es posible vivir las experiencias laborales sin estrés y con el mayor disfrute posible.