12 cosas que son todo un logro para los que tenemos mucha facilidad para ponernos ansiosos

Para los que vivimos nerviosos tratando de controlarlo todo y temiendo, incluso viendo (bueno, bueno, "alucinando" es una palabra un poco fuerte) que el mundo se pone en nuestra contra, el día a día parece un campo minado de problemas gravísimos que, en realidad, creamos nosotros mismos al perder perspectiva. Por eso, debemos alegrarnos cuando damos  pequeño pasos que nos permiten tener una visión más realista de cuán amenazantes son las cosas que nos petrifican, y más allá de nuestra ansiedad, descubrir que estamos enloqueciendo por muy poco. Eventualmente respiramos y las cosas ya no están cayéndose a pedazos. Estos son nuestros logros.

1. No pensar que cometiste un grave error y pronto todos se darán cuenta de que eres UN FIASCO

Respiras lentamente y recuerdas que tu definición de "grave error" es un poco... exagerada. Lo que para ti es imperdonable, como contar un chiste poco gracioso o no estar al tanto de algunas noticias, para la mayoría tiene otro nombre: "ser normal". Te relajas y recuerdas lo importante: quizás seas un fiasco, pero lo ocultas muy bien.

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2. No preguntarte si ese chiste que te hicieron no era en realidad algo ofensivo y esa persona tiene algo en tu contra (aunque es probable que lo haya hecho con cariño)

¿Cariño... o un virulento desprecio encubierto? De repente, miras a tus costados y sientes que es hora de despertar a la única realidad posible: todos te odian. Pero no te lo harán directamente saber. Eso es parte de la tortura.

3. No acosar a alguien que no te responde un mensaje o no te atiende un llamado

¿Me estará evitando? ¿Se habrá enojado conmigo? No lo voy a llamar de nuevo, no quiero que piense que estoy desesperado. Pero esto no es una buena señal. No, no lo es. 

4. No entrar en crisis porque estás llegando tarde

¡Auxilioooooo, voy a perder mi trabajo, apártense de mi camino! 

A la semana siguiente, mismo escenario.

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5. No culparte todo el día por algo inapropiado que dijiste

¿Entenderán mi sentido del humor? ¿Pensarán que lo dije en serio? Todos los chistes tienen una base en algo que es serio. Estuve mal. Debería disculparme. Pero si me disculpo, volverán a sentirse incómodos. Mejor me callo. Para siempre.

6. Bajar tu nivel de perfeccionismo (y por fin avanzar a la siguiente tarea)

O incluso, aprender a delegar, a colaborar y a confiar en que el trabajo en equipo (en EQUIPO: sin acaparar todo tú) puede no ser la receta para el desastre. Deja de temblar, puedes estar seguro que el barco no se va a hundir porque te tomes cinco minutos de descanso.

7. Apagar la cabeza y… DORMIR

Mientras repasas toda la jornada de hoy y te anticipas a la de mañana... piensas: "cuerpo, apágate, por favor, apágate". 

8. Lograr ir a una fiesta donde no conoces a nadie

Agotaste todas las posibles excusas. Tienes dos opciones: parecer el mayor ingrato, despreciador de invitaciones, paria social, o ir. Decides ir... para poder dormir contigo mismo.

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9. Sobrevivir una charla intrascendente y circunstancial (porque luchas con tus ganas/necesidad de decir algo que los impresione a todos)

Cuando se te escapa la ocasión de hacer el comentario perfecto y deslumbrarlos a todos, ay, ¡por qué no estaba más atento!

10. Disfrutar algo impredecible (un cambio de planes)

¿CAMBIO DE PLANES? Esto. No. Es. Lo. Que. Esperaba. 

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11. No ponerte nervioso cuando tu jefe te pide para hablar por alguna razón

Estaba todo demasiado tranquilo. ¿Qué me irá a decir? ¿Estoy despedido? ¿Todos saben que estoy despedido menos yo?

12. Invitar a un compañero que no conoces mucho a salir contigo un fin de semana

Yo puedo con esto. Estoy preparado para el rechazo. Para que se ría en mi cara. Para que se asuste. No estoy preparado para que me diga que... "¡ok!, salgamos". 

¿Has logrado sobreponerte a la ansiedad? Eres un héroe de la vida cotidiana, no lo dudes.