Lifestyle

Dormir acompañados afecta el sueño, pero nos hace bien por más de una curiosa razón

Imagen iStock

En la vida de un ser humano se cruzan cientos, miles o incluso millones de cuestiones trascendentales, como decidir entre el helado de frutilla y el de vainilla o chocolate, o si los gatos en verdad son más inteligentes que los perros. Y a medida que el ser humano crece y va formando una familia, otra de esas cuestiones se presenta: ¿ Por qué dormimos en pareja, incluso cuando el otro ronca, se mueve y habla durante el sueño?

PUBLICIDAD

¿Más vale solos...?

¿Es mejor dormir solos que acompañados? De hecho, tiene mucho sentido. Dormir, a diferencia de conversar o tener relaciones sexuales, es una actividad que hacemos solos, no necesitamos de otra persona.

Además, todos tienen costumbres distintas: algunos prefieren el frío, otros el calor, otros la luz, otros la oscuridad, sin contar con variables como los sonidos o movimientos incómodos.

«Es raro que encuentres a dos personas con los mismos hábitos de sueño», le indicó el doctor Guy Meadows a Daily Mail. «Mientras a algunas personas les gusta leer un libro, a otras les encanta ver televisión», señaló. «El compromiso es la clave, así como encontrar una rutina que funcione para ambas partes».

Imagen Shutterstock

No obstante, esto no se repite en todos los casos. De hecho, otros investigadores han concluido que, para muchas personas, dormir acompañados es importante.

Si bien, en un estudio realizado en la Universidad de Leeds, el 30 % de las personas afirmó que sus parejas no les permitían dormir bien, el 70 % reconoció que dormía mucho mejor tras un beso de buenas noches. Además, afirmaron que dormir con sus parejas les permitía lidiar mejor con el estrés el resto del día, como señala Silentnight.

Por qué dormimos acompañados

Protección

Las personas duermen juntas por varias razones. La mayoría de ellas, históricas. Por un lado, la oscuridad siempre le ha dado miedo al ser humano. Una buena forma de combatirla, sobre todo cuando no existía la luz eléctrica, era evitar dormir solos.

PUBLICIDAD

«La noche, el primer mal necesario del hombre, inspiró temor generalizado antes de la Revolución Industrial», de acuerdo Roger Ekirch, historiador autor del libro Cuando el día termina: la noche en tiempos pasados. «Nunca las familias se sentían tan vulnerables como cuando se retiraban en la noche. Los compañeros de cama ofrecían una gran sensación de seguridad».

En la actualidad, esto continúa siendo así. Tal vez, ahora no les tememos tanto a las brujas. Pero aún tenemos miedos, como a los ladrones o a que un loco en un triciclo entre por la ventana para secuestrarnos.

Dormir con otra persona, así ronque como un trueno, nos brinda una especie de protección, aunque en una situación como la del sádico en un triciclo no haga más que esconderse bajo las sábanas, tal como lo haríamos nosotros.

Economía

Por otro lado, como le comenta el terapeuta de parejas Lee Crespi a The Atlantic, las casas no siempre cuentan con tantas habitaciones como miembros de la familia, además de que las camas siempre han sido uno de los muebles más costosos. Sobre todo, hace años.

«Incluso el ganado a menudo residía bajo el mismo techo, porque no había otra estructura para ponerlos y generaban una calidez agradable», indicó Crespi, haciendo un análisis histórico.

Hoy en día, esto ha cambiado: incluso nuestras mascotas suelen tener su propia cama (aunque muchos gatos malvados prefieren dormir en nuestra almohada).

Amor

En la actualidad, existe otro miedo, de acuerdo a Crespi. «Si no duermes en la misma cama con tu pareja, se percibe que no estás teniendo relaciones sexuales». Y nadie quiere que los demás crean que no tiene relaciones con su pareja. Eso podría dar a entender que algo no funciona.

Finalmente, «somos criaturas de apego», señala el terapeuta. «Nos gusta tener a alguien cerca, estar cerca de otras personas». Y, de hecho, tiene sentido. Sabiendo que no es lo más saludable, aún dormimos en pareja, incluso cuando el otro ronca o mira los horribles programas de medianoche con la televisión a todo volumen.

PUBLICIDAD

¿Calidez? ¿Amor? ¿Protección? Parecen ser muchas las razones por las que dormimos con otras personas.

Sea como sea, la decisión está en nosotros. Así duermas con un gato, un perro, un peluche o tu novio, trata de disfrutarlo y cuida tu sueño, que es muy importante para la salud.