¿Qué hacen los royals británicos en su tiempo libre?

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Todas las personas tienen sus aficiones, no importa si por sus venas corre sangre azul. La reina Isabel II y su familia saben disfrutar de sus hobbies bastante particulares y que los acercan a los plebeyos. ¿Qué hacen los royals británicos en su tiempo libre? Les contamos cuáles son sus hobbies para que veas si se parecen a los tuyos.

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Fanatismo por los perros corgis

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La reina Isabel II es una amante de los perros, especialmente los de raza corgi, típicos de Gran Bretaña. No son pocos los corgi que viven en el Palacio de Buckingham y cada vez que viaja a su residencia de verano en Balmoral los lleva con ella.

Pero los perros corgi no son su único amor animal, Isabel II ama los caballos y la equitación. Si bien ya no puede montar, eso no quita que sea espectadora fiel de las carreras más importantes incluso apostando a sus ejemplares favoritos.

Pintura en acuarela y jardinería

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Pronto a cumplir 70 años, el príncipe Carlos, que espera heredar el trono, tiene un hobbie muy artístico: pintura en acuarela. Pero no todo es pintura, Carlos es un excelente jardinero y se ocupa de cuidar las plantas y flores en su residencia oficial de Clarence House. La especialidad del príncipe de Gales es la manutención y poda de arbustos y por lo que dicen es bastante bueno en ello.

Fotografía

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La duquesa de Cambridge, más conocida como Kate Middleton, tiene un hobbie bastante común: la fotografía. No son pocas las veces que la familia real compartió imágenes de los pequeños príncipes George y Charlotte que fueron tomadas justamente por su madre y no por los fotógrafos oficiales de la monarquía.

La esposa del príncipe William no solo toma fotos, sino que supo ser una buena jugadora de hockey en su época universitaria, y de tanto en tanto saca a relucir su talento en partidos amistosos.

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Ornitología y arte

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El príncipe Felipe, marido de la reina Isabel II, aprovecha su tiempo como jubilado para dedicarse a sus variados hobbies, los que incluyen la observación de aves y la pesca, pero sus aficiones no se quedan en eso.

El consorte de la monarca más longeva de la historia tiene un lado artístico que plasma en pinturas al óleo, además de coleccionar dibujos a mano que ilustran ocasiones famosas de la realeza.

Equitación olímpica

El amor por los caballos corre en la sangre azul de la familia real británica. La princesa Ana fue una talentosa jinete que incluso perteneció al equipo de su país, y su hija siguió sus pasos con mucho éxito.

Zara Tindall, su hija menor, participó en las Olimpiadas de Londres y ganó una medalla de plata en los eventos de equipo, por lo que se convirtió en la única miembro de la familia real en haber subido al podio olímpico.

La familia real británica tiene hobbies interesantes y no tan diferentes a los de un ser humano sin sangre azul, aunque probablemente les falta tiempo para dedicar a sus pasiones ya que, como vimos en The Crown, el deber está ante todo.