Lugares especiales para ver el atardecer el día de San Valentín sin gastar un centavo

Llega San Valentín y como cada año vamos corriendo a gastar dinero en regalos, que aunque son siempre bien recibidos, no dejan de ser objetos materiales. Para el próximo día de los enamorados atrévete a hacer algo diferente, algo que capture mejor las emociones del momento y sirva de preámbulo para enmarcar el amor que sientes.

Después de todo, el amor es un sentimiento y de eso se trata. Una manera de encender la pasión, sin tener que recurrir a un regalo material, es disfrutar juntos de las bondades y bellezas de la madre naturaleza, como puede ser presenciar una hermosa puesta de sol.

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Pero para sorprender a tu amada o amado debes buscar un lugar especial, el escenario perfecto. Podrías llevar a esa persona que tanto amas a ver el atardecer en una riviera donde el mar y la tierra convergen.

Podría ser en un lugar fuera de la ciudad con un paisaje memorable. Pero si la ciudad donde viven está enclavada en la costa, busca un punto donde puedas apreciar la riviera de la ciudad alumbrándose al atardecer.

Otra opción puede ser tomar a tu amada de la mano y llevarla a la azotea de un edificio alto, el más alto que puedas. Allí pueden poner un mantel y degustar unas golosinas y una copa de vino, mientras el sol se pone sobre la ciudad.

Se sentirán en la cima del mundo, o al menos de la ciudad.

El amor sin dudas es algo maravilloso en cualquier parte, incluso en los lugares menos pensados como un aeropuerto, por ejemplo. Aparca cerca de los límites de un aeropuerto al atardecer y esperen juntos el aterrizaje o la partida de cada avión.

Pueden observar desde dentro del carro pero para hacerlo más romántico pueden acostarse en el techo del auto. Sentir el poder de estos inmensos aviones con el atardecer como escenario de fondo es una experiencia muy especial.

Del mismo modo,  un puente  sobre el mar, un lago, o río puede ser un rincón muy romántico para presenciar la caída del sol junto a tu otra mitad. Solo debes tener en cuenta que el puente ofrezca suficiente seguridad si es una vía de automóviles.  

Las puestas de sol no se agotan, no cuestan nada, y son siempre bellas, incluso en tardes nubladas. Todo depende de los ojos con que se miren.

Si estás enamorado pues entonces míralas con los ojos del amor.

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