#Cecilthelion: el poder de las redes sociales y la tecnología para crear conciencia

Muchas veces hablamos superficialmente del poder que tienen las redes sociales, y a diario somos testigos de su poderosa influencia, ya sea para construir o destruir. ¿Cuántas parejas se han conocido a través de los sitios de citas o incluso Facebook? ¿Cuántas de ellas descubrieron que su pareja los engañaba en la misma red social? Afortunadamente vivimos una época de democratización de la información, un fenómeno tan complejo como enriquecedor.

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Todos los días participamos de movimientos que se originaron en las redes sociales, en una clara manifestación de su esencia: compartir, colaborar y construir en comunidad. El poder de las redes sociales es tal que no somos siquiera conscientes del alcance que pueden llegar a tener nuestras palabras o acciones. Y más cuando se trata de figuras públicas o personalidades del entretenimiento, deportes o política que cumplen un rol adicional. Una carga de la que muchas veces reniegan pero es inherente al papel que desempeñan.

Este martes conocimos una triste noticia: #Cecilthelion está muerto. El león más famoso y querido de Zimbabwe fue cazado por Walter Palmer, un dentista de Estados Unidos que pagó 50 mil Dólares por su aventura de cacería “legal”. La entidad conservacionista del lugar dijo que los guías contratados por Palmer ataron a un animal muerto a su auto y lo arrastraron para atraer al león fuera del parque nacional en el que habitaba, donde, por supuesto, es ilegal cazar a los animales.

Palmer mató al león Cecil con su arma favorita: arco y flecha, pero tras 40 horas de sufrimiento y agonía, fue ultimado de un balazo. Le sacaron su piel y se llevaron su cabeza. Intentaron destruir el collar con GPS que la reserva había colocado para seguir el registro de la actividad del animal y estudiar su comportamiento.

Cuando la indignación se viraliza

Imagen Thinkstock

Walter Palmer es hoy el hombre más odiado del mundo y, por supuesto, las redes sociales hicieron su trabajo. La indignación, bronca y dolor de la comunidad se hizo sentir. Miles de personas se volcaron a las distintas plataformas sociales para reclamar justicia, expresar su pesar y crear conciencia sobre un tema cada día más presente y preocupante.

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Los usuarios tuitearon y compartieron fotos de Palmer y sus otras cacerías, convirtiéndose en una de las tendencias más importantes del día en Internet. El hashtag #Cecilthelion rápidamente se hizo trending topic reuniendo mensajes de usuarios y personalidades destacadas que alzaron su voz e hicieron uso de su papel como rol models.

Palmer practicaba su profesión en el consultorio River Bluff Dental, cuya fanpage en Facebook fue tomada por la gente, mostrando su indignación. Desde mensajes de odio, amenazas de muerte hasta información privada de contacto del dentista fue compartida.

Lo mismo sucedió en la página corporativa del consultorio en la plataforma Yelp, una red social que funciona como buscador de negocios cercanos a tu zona o ciudad. Miles de comentarios mostrando rechazo por las acciones aparecieron en la sección de reseñas y recibieron “5 estrellas” de otros usuarios, evidenciando su apoyo y arruinando la reputación online del negocio.

En un intento fallido por frenar este golpe a la reputación del negocio, el encargado de su página comenzó a borrar los comentarios, lo que solo fomentó aún más la ira de los usuarios.

Pero también las redes sociales tienen el poder de crear valiosas respuestas ante un mismo tema. En la plataforma de peticiones Care2, se crearon solicitudes para llevar a la justicia a Palmer. Y también se reportó un incremento enorme de donaciones a WildCRU ( Wildlife Conservation Research Unit), la reserva que cuidaba y estudiaba al león Cecil

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Aquí vemos el poder que tienen las redes sociales como herramienta de transformación, no solo se difundió el mensaje de la organización sino que se generó conciencia y se abrió la discusión.

El poder transformador de los hashtags

Imagen Thinkstock

Somos testigos a diario del alcance que tiene un hashtag para generar discusiones y propiciar un debate participativo, en el que la propia comunidad regula el ritmo de la conversación. Actores, celebridades, músicos y personalidades utilizaron su influencia en Twitter para hablar de este tema. La tecnología permite amplificar aún más su voz y que ese mensaje que desean transmitir trascienda los miles de fans que los siguen día a día.

Ricky Gervais, conocido por su activismo respecto a la protección animal fue de los primeros en expresarse:

También lo hizo Sharon Osbourne, de forma muy precisa:

Cara Delevigne, Peter Dinklage, Ricky Martin, Debra Messing, Perez Hilton, Alyssa Milano y muchos otros artistas utilizaron las redes para expresarse.

El tema llegó a todos los medios de comunicación, demostrando la omnicanalidad en la que todos participamos, consumiendo información desde múltiples plataformas. La comedia y uno de sus principales representantes también abordó el tema, de la forma más emotiva y significativa posible, algo que solo Jimmy Kimmel podría hacer, entre lágrimas y bromas.

Desde la irrupción de Internet y con la aparición de las redes sociales, la sociedad cambió. Los temas ahora se discuten de otra manera e involucra a varios actores: ciudadanos regulares, activistas, organizaciones no gubernamentales, marcas, gobiernos. A medida que las vías de comunicación se vuelven más complejas y densas, con mayor participación, aumentan las oportunidades de ser parte del discurso público y de participar de acciones colectivas. La tecnología siempre cumple su función: permitir que las personas generen comunidades de colaboración y conversación.