Nikolaj Coster-Waldau habla sobre la escena más polémica de Game of Thrones
Probablemente recuerdes esta controvertida escena de la temporada 4 de Game of Thrones que desató la ira de muchos por incluir una violación.
En la escena en cuestión, que ocurrió en el episodio 3 de la cuarta temporada, inmediatamente posterior al de la “ Boda Púrpura” en que murió el Rey Joffrey, Jaime y Cersei Lannister se encuentran en el lugar en que yace su hijo muerto, y luego de intercambiar unas palabras junto al cadáver, Jaime comienza a hacer sus avances en términos no muy amistosos para tener sexo con Cersei, ignorando sus negativas y sus intentos por librarse de él, hasta consumar el acto.
El actor Nikolaj Coster-Waldau, quien interpreta a Jaime Lannister, se refirió en una entrevista reciente a esta escena que sigue causando polémica y sigue viva en la memoria de todos los que la vieron como algo indignante que excedió los límites.
Esto dijo Coster-Waldau:
“Estábamos seguros que todos iban a hablar de esa escena, pero asumimos que sería por el hecho de que tendríamos sexo en frente a nuestro hijo muerto. Cuando todo el asunto se volvió sobre si era una violación o no, quedamos sorprendidos. Puede sonar ingenuo, pero nunca lo vi de esa manera. Es como si Game of Thrones fuera alguna clase de comentario social. De repente para muchos la serie estaba a favor de la violación. No voy a hablar mucho porque es un tema sensible, pero es una serie de televisión con una trama que involucra a dos personas con una relación muy disfuncional, que claramente no es saludable para ninguno. Esa escena es otro ejemplo de ello. Pero de repente una escena de una serie de televisión es utilizada como argumento en una discusión política global”.
Detalles sobre la controversia original aquí: La polémica escena de violación en Game of Thrones
A pesar de que es algo evidente al verla, por alguna razón los involucrados en la escena no consideran que esta haya sido una violación. Así lo deja entrever ahora Coster-Waldau y así lo consideró el director de ese episodio, Alex Graves, quien en aquel momento dijo que “en el final se vuelve consentido”.
Tal vez esto se debe a una mala interpretación surgida del momento en que filmaron la escena, o a la intención que tenían, pero el corte final no deja lugar a dudas: Cersei insiste en que no y Jaime la ignora. Por más que eventualmente ella haya aceptado seguir adelante con el acto sexual (o se haya resignado, sería más correcto), no dejaría de ser una violación. Y aún así, esta aceptación o resignación no se percibe en la escena.
Más allá de lo preocupante que es el hecho de que muchos no consideren esto una violación, la discusión acerca de si fue o no fue es inútil, y ha desviado el punto de otros debates mucho más interesantes y fructíferos que se podrían dar en torno a la escena.
El director del episodio, o ahora Nikolaj Coster-Waldau, bien podrían haber dicho “sí, fue una violación, ¿y qué?”. No habría por qué indignarse ante este hecho que evidentemente encaja en el mundo de Game of Thrones, dominado por la violencia, la crueldad y la misoginia.
Y además, esto permitiría hablar sobre la escena en términos de los personajes y la historia, de lo que significa para Cersei y para Jaime, sobre todo para este último a quien todos habíamos comenzado a ver bajo una perspectiva más positiva después de todo lo que pasó en la temporada anterior, pero que sigue siendo el tipo que empujó a un niño al vacío (¡en el primer capítulo!) para salvar su pellejo.