La figura de Tom Cruise ha quedado un poco manchada por su vínculo destacado, poco simpático y en absoluto disimulado —sino todo lo contrario— con la polémica iglesia (o secta) de la Cienciología, pero aún con este revés, el actor sigue siendo una de las estrellas de Hollywood más destacadas, populares y taquilleras.
Misión posible: Tom Cruise y su devoción por arriesgar la vida interpretando a Ethan Hunt

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Esto se debe, sencillamente, a que Tom Cruise es implacable en su oficio, y su carisma y convicción delante de cámaras están tan intactos ahora como hace 30 años, cuando salió Top Gun.
El lugar que Tom Cruise ha encontrado para lucir su madera de gran estrella del cine de acción, género que parece ser su predilecto en los últimos años, es la saga Misión: Imposible, la que ha protagonizado en el papel del agente secreto Ethan Hunt desde 1996.
Desde aquella película inicial de hace más de 20 años, Tom Cruise ha decidido hacer sus propias escenas de acción, sin contar, como suele ser común para las estrellas de Hollywood, con un doble de riesgo.
Y no solamente hace sus propias escenas, sino que ha demostrado tener un creciente interés por ir cada vez más lejos, con acrobacias, piruetas y demostraciones de cada vez mayor dificultad y riesgo, como para hacer valer el título de la saga.
Este es el camino que ha recorrido Tom Cruise en la saga Misión: Imposible, desafiando cada vez más a la ley de gravedad y de movimiento, entre otras.
Misión: Imposible (1996)

La película inicial de la saga, dirigida por Brian De Palma, es célebre por su ya icónica y magistral escena con Ethan Hunt colgando de cables con la gota de sudor amenazando con activar la alarma láser, pero son otras las escenas más arriesgadas.
Paramount Pictures quería hacer un thriller de espionaje relativamente modesto con un presupuesto de entre 40 o 50 millones de dólares, pero el actor (que para ese entonces ya era una gran celebridad hollywoodense) insistió en hacer grandes secuencias de acción, lo que aumentó el costo de la película hasta los 80 millones.
Fue idea de Cruise la escena sobre el inicio de la película, en la que Ethan Hunt escapa lanzando una bomba a una gran pecera de langostas en medio de un restaurante.
Para filmar la escena se colocaron 16 toneladas de explosivo en el gran tanque de agua. Inicialmente, De Palma filmó la escena con un doble de riesgo, pero Cruise consideró que no lucía demasiado convincente y quiso hacerla él mismo, a pesar del riesgo de ahogarse ante la gran ola o incluso resultar herido con los vidrios despedidos en la explosión.
Fue esta escena la que marcó el inicio de la estrecha relación entre Tom Cruise y las escenas de intensa y explosiva acción, sacando de la ecuación a los dobles de riesgo y especialistas.
Aquella película tuvo también la secuencia del tren, personalmente aprobada por Tom Cruise en la versión final del guión.
Hubo inconvenientes, inicialmente, para conseguir una locación, ya que la compañía de trenes del lugar donde estaban filmando no quería que sus trenes fueran parte de la escena de riesgo. Tom Cruise se encargó de llevar a cenar a los dueños de la compañía, y al día siguiente la producción obtuvo el permiso para filmar.
Parte de la escena se filmó, sin embargo, en un escenario interior al que luego se le añadió el fondo mediante efectos digitales.
En esta parte del rodaje, Tom Cruise quería un ventilador frente suyo que generara un viento lo suficientemente fuerte como para tirarlo fuera del tren, tal como sería realmente si alguien fuera prendido sobre el techo de un vagón a alta velocidad.
Así que recordó un simulador que utilizaba cuando entrenaba paracaidismo. En todo Europa, había una sola máquina igual a aquella, y la producción tuvo que encontrarla y adquirirla para su utilización en esta escena.
Tom Cruise dispuso que la máquina generara vientos de alrededor de 220 km/h, de manera que distorsionara su rostro con su potencia.
Misión: Imposible II (2000)

En el caso de Misión: Imposible II, con el estudio ya decidido a hacer una película de espionaje con especial énfasis en las secuencias de acción, se contrató al legendario director hongkonés del género John Woo (tal vez por esto descuidaron otros aspectos; es narrativamente la más floja de la saga).
Continuando con la tradición establecida en la primera película, Tom Cruise realizó aproximadamente el 95% de sus escenas de riesgo sin doble, incluyendo la recordada secuencia de apertura, com Ethan Hunt escalando una montaña rocosa, que se filmó en el parque estatal de Dead Horse en Utah (el mismo donde se filmó el final de Thelma y Louise).
Tom Cruise mintió a los agentes de seguro de la película, diciendo que dejaría en manos de los dobles las grandes escenas de riesgo.
La escena con Hunt escalando se realizó realmente, con Tom Cruise asegurado mediante cables y un arnes.
Según los reportes, Tom Cruise tuvo que insistir repetidamente al director John Woo para que le permitiera filmar la escena de esa manera, y durante la filmación, Woo tuvo que apartar la vista porque estaba demasiado nervioso como para mirar.
Misión: Imposible III (2006)
A esta altura, la tendencia de Tom Cruise a hacer casi todas sus escenas de riesgo ya era inamovible, así que era momento de un nuevo desafío para el actor, de subir las apuestas, ahora al mando de J.J. Abrams (su debut como director).
En este caso, la escena más impresionante consiste en el salto desde un rascacielos en Shanghai.
Tom Cruise no realizó realmente esos espectaculares saltos ni esa maniobra entre edificios chinos colgado de un cable, pero sí realizó los movimientos, mediante cables y un arnes en un estudio de grabación, para que luego se agregaran digitalmente los edificios.
(El salto de edificios propiamente dicho es algo reservado para el más osado de todos los actores, Jackie Chan)
Esta vez fue la única en la que Tom Cruise terminó herido: un par de costillas rotas por un mal movimiento.
Misión: Imposible — Protocolo fantasma (2011)

Al momento de estrenarse la cuarta película de la saga, dirigida por Brad Bird, el hecho de que Tom Cruise no utilizaba dobles de riesgo ya había cobrado la suficiente notoriedad como para convertirse en uno de esos aspectos de marketing extra cinematográfico, un dato que no tiene que ver con la historia o los personajes pero que todo el mundo espera conocer.
¿Qué hará Tom Cruise ahora?
Así que para esta entrega la idea fue buscar no solamente la simple espectacularidad e intensidad de una secuencia de acción, sino también un golpe de efecto. Para ello, nada mejor que las siguientes palabras: el edificio más alto del mundo.
El título corresponde al edificio Burj Khalifa de Dubai, de más de 800 metros de alto.
Al igual que en la escena de apertura de Misión: Imposible II, Tom Cruise fue asegurado con cables, que luego fueron digitalmente removidos en la película, en la que Ethan Hunt en realidad utiliza unos poco confiables guantes adhesivos.
Pero aún con la utilización de cables, Tom Cruise estuvo realmente colgado en las afueras del edificio más alto del mundo, cerca de donde se encuentran los últimos pisos habitables, a aproximadamente 520 metros de altura.
Misión: Imposible — Nación secreta (2015)

La última película hasta ahora, escrita y dirigida por Christopher McQuarrie, realizada con un Tom Cruise que ya ingresó en sus cincuenta, es sin embargo la que tiene las hazañas más grandes y célebre de Tom Cruise en la saga Misión: Imposible.
(También tiene una bellísima secuencia en la ópera, una favorita personal)
Una de ellas es la famosa escena en la que Ethan Hunt se prende de un avión que está despegando.
Tom Cruise realizó realmente la acción sin la ayuda de efectos especiales ni, naturalmente, dobles de riesgo. Nuevamente, parte del equipo involucrado en el rodaje, manifestó su preocupación por la seguridad del actor.
Para lograr la toma adecuada, la filmación se realizó 8 veces. 8 veces el avión despegó y Tom Cruise se prendió de él mientras levantaba altura, hasta llegar a los 1500 metros, antes de obtener la toma final.
El mismo Tom Cruise aseguró en una entrevista que esto lo había hecho en parte para superarse a sí mismo después de haberse colgado a 500 metros de un edificio de Dubai.
Otras cuestiones prácticas debieron ser tenidas en cuenta para realizar una escena como ésta: se debió construir un soporte especial resistente al viento para colocar la cámara, y también lentes especiales para que Tom Cruise pudiera mantener sus ojos abiertos.
Christopher McQuarrie tenía miedo de que Tom Cruise le agarrara pánico repentino una vez en las alturas y a gran velocidad, pero el actor le prohibió que dejara de filmar hasta que no se haya completado la escena.
Otra escena notable de la película es la que Ethan Hunt debe realizar un complejo operativo contrarreloj bajo el agua.
Para ésto, Cruise entrenó con un especialista, con la intención de lograr contener la respiración debajo del agua por al menos tres minutos, lo que les permitiría realizar la escena sin mayores contratiempos.
En efecto, la escena se filmó en una sola toma sin cortes (aunque en la película se intercalan otras secuencias en el medio). El coordinador de escenas de riesgo, aseguró que en realidad Tom Cruise contuvo la respiración por seis minutos debajo del agua.
Misión: Imposible 6

Aunque todavía no se sabe demasiado sobre la secuela, se ha confirmado para 2018 el lanzamiento de la sexta película de la saga, con Tom Cruise de regreso como protagonista y como productor.
Lo que sí se sabe, inevitablemente, es que Tom Cruise intentará otra vez superarse a sí mismo y hacer una escena de acción más espectacular y riesgosa que todas las anteriores.
- Mission: Impossible 6: Tom Cruise hará la escena de alto riesgo más peligrosa de toda su carrera
Así lo confirmó el productor David Ellison:
“Después de lo del edificio Burj Khalifa, pensamos que sería imposible superar esa escena, pero Tom hizo lo del avión. Y lo que hará en la próxima película es todavía más impresionante. Es completamente increíble, y ha estado entrenando un año para hacerlo. Creo que será lo más impresionante e increíble que haya hecho Tom Cruise en una película, es algo que está preparando desde que salió Misión: Imposible 5. Será alucinante”
Uno puede verse inclinado a pensar que, en definitiva, es un productor hablando de su propia película y resulta lógico que, presa del entusiasmo o para generar expectativa, termine por exagerar un poco.
Pero con Tom Cruise todo lo mencionado suena plausible.
Si ya estuvo el edificio más alto del mundo, y después un avión en pleno vuelo a 1500 metros, ¿qué vendrá ahora?









