Hablando con tachos de basura en Legit [Crítica 1x06]

Si bien Family, el último episodio de Legit, habla de la familia, el título es solo una excusa para que Jim Jefferies explore las complejas relaciones filiales, y cómo esas experiencias se convierten en el combustible esencial de su oficio: el stand up.

De hecho, Family comienza con el especial de HBO que Jefferies grabó en la realidad, el mismo que le permitió llegar a la TV norteamericana con Legit. Algo necesario, ya que siempre se habla de su profesión (como en Justice) pero los televidentes que no gustan de esos shows nunca tuvieron la oportunidad de presenciar al protagonista arriba del escenario. O sea, en su mejor forma.

Adulto ejemplar

El show aparece porque Jim va a una agencia para ofrecerse como mentor de algún niño en riesgo social. Claro que el proceso de selección es exigente y cuando los evaluadores ven horrorizados qué tipo de material tiene su show, es rechazado automáticamente.

Pero Jim tendrá oportunidad de interactuar con alguien más joven cuando Ramona, la malhumorada enfermera de Billy, le pida a Steve ( Dan Bakkedahl) que de una charla sobre su carrera en la escuela de su sobrino. Por supuesto que Jim lo acompañará y no querrá perderse el momento en que los estudiantes destrocen a su amigo cuando le narre las apasionantes aventuras de un vendedor online de bibliotecas jurídicas.

Cuando eso sucede todavía faltan 15 minutos para el recreo. Allí es cuando Jim interrumpe como si fuera un superhéroe. Ejecuta su acto y deja a los adolescentes comiendo de su mano. Especialmente a Clay ( Denzel Whitaker), el sobrino de Ramona. Y a partir de ese momento, Jim será todo lo que Clay busca en un adulto, alguien irresponsable, que trabaja poco, gana mucho y es querido por todos.

Claro que Ramona no está para nada feliz con esa situación. Encima, el joven aparece en la casa a compartir algo de tiempo con su ídolo. Cuando Clay confiesa que no conoce el mar (a pesar de vivir en Los Angeles), Jim y Steve lo llevan a la playa. Ese viaje es épico. El auto que conducen es del vecino de Steve, que se fue de viaje y le encargó que se lo cuide. El problema aparece cuando descubren en una cámara escondida en la guantera cientos de fotos pornográficas del vecino con la ex esposa de Steve.

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La mujer que habla con los tachos de basura

Steve explota, e inicia una feroz estampida contra todos los tachos de basura del barrio. Cuando la policía interviene, Clay escapa. Jim y Steve van en busca del muchacho y lo encuentran sentado en un parque, observando a una mujer andrajosa que habla con los tachos de basura. Cuando Jim y Steve comienzan a burlarse de ella, Clay se enfurece y les dice que es su madre.

Jim entonces le cuenta la historia de Gunta, el nombre de una elefanta y el sobrenombre de su obesa madre. De alguna forma, logra explicarle a Clay que la comedia requiere de mucho esfuerzo, como cualquier otro trabajo. Es necesario desarrollar una visión propia del mundo y ser capaz de descubrir el lado cómico de las cosas. Aunque sea en situaciones tan difíciles como tener una madre esquizofrenia.

Acto seguido, Clay está de pie en el salón monologando sobre su mamá, la mujer que habla con los tachos de basura bajo la mirada orgullosa de Jim. Mirada que de orgullo pasa a la sorpresa cuando Clay le roba su material sobre Gunta. Porque el mundo artístico es un buen lugar al que pertenecer, pero dista mucho de ser un universo honesto. Y Clay aprendió esa regla con mucha rapidez.