Desde sus inicios, Game of Thrones ha implementado varios cambios respecto a la saga Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin, algo que es inevitable al trasladar una historia desde el papel a la pantalla.
Game of Thrones: George R.R. Martin no ha estado de acuerdo con todos los cambios hechos por la serie

Algunos cambios son pequeños y no muy significativos para la trama, como puede ser la modificación cronológica de algunos hechos no relacionados entre sí, una exigencia a veces logística y de producción.
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Otros cambios ya tienen más que ver con decisiones creativas, y de éstos también la serie ha tenido muchos. La muerte de personajes importantes que en los libros siguen vivos (o viceversa), la ausencia de otros ( Lady Stoneheart es un nombre que le sonará familiar a los lectores de la saga pero no a los seguidores de la serie) o incluso acontecimientos y situaciones importantes completamente originales para la serie, creados por los guionistas y no por el novelista.
La temporada 6 de Game of Thrones es la expresión máxima de esto último, ya que George Martin y su proverbial ritmo lento de escritura y publicación hicieron que la serie se adelantara a los libros.
Se sabe que el autor ha estado muy involucrado con la serie desde el inicio, escribiendo ocasionalmente algún que otro capítulo, así que probablemente todo lo que ocurre en la sexta temporada de la serie haya sido consultado o acordado entre ambas partes.
Pero esto no quiere decir que siempre sea así.

Según admitieron los showrunners de Game of Thrones, David Benioff y D.B. Weiss, George R.R. Martin no siempre ha estado de acuerdo con los cambios realizados a sus novelas:
“Hemos hablado mucho sobre esto con George, especialmente cuando recién comenzamos con el proceso de adaptación, y lo mejor para nosotros es que George ya había trabajado en televisión por más de 10 años”
En efecto, George Martin conoce de cerca y de primera mano el proceso de escribir una serie y las dificultades que esto representa, ya que trabajó como guionista en series clásicas como The Twilight Zone (la de 1985) y La bella y la bestia (la de 1987, con Linda Hamilton y Ron Perlman).
Para los creadores de Game of Thrones, esto fue una ventaja:
“Incluso tuvo nominaciones al Premio Emmy antes de trabajar con nosotros, así que es alguien que sabe cómo funciona esto. Muchos autores que van a tener adaptaciones y nunca han trabajado en televisión se ponen muy quisquillosos al respecto, con cada detalle de sus libros. No es que George haya estado de acuerdo con todo lo que hemos hecho, pero a grandes rasgos, en general, entiende lo que necesitas hacer para adaptar algo y se ha comportado de manera muy madura al respecto, como un verdadero caballero”

Mientras los guionistas de la serie ya comienzan a trabajar en la temporada 7 de Game of Thrones, George R.R. Martin sigue sin terminar la novela Vientos de Invierno, que planeaba publicar antes de la temporada 6 de la serie.
Ahora, entonces, será el escritor el que realice cambios a la historia ya contada en la TV.









