Game of Thrones: el chiste inconcluso de Tyrion Lannister... ¿conoceremos el remate antes del final de la serie?

Los creadores de Game of Thrones ya salieron a confirmar cuánto nos resta de serie, pero aunque no lo hubieran hecho la cercanía del final se podía percibir tras la sexta temporada, que hizo avanzar varias de las historias rumbo hacia un conflicto que suena definitivo y hacia una inevitable conclusión.

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Así que en las próximas dos temporadas tendremos finalmente varias de las respuestas y desenlaces que han quitado el sueño a los fanáticos desde hace mucho tiempo.

Y es precisamente, una respuesta pendiente lo que nos convoca en este caso. Y aunque no es tan relevante para la trama como lo es el destino político de Westeros, la cruzada de Daenerys Targaryen, la amenaza de los Caminantes Blancos o las repercusiones del verdadero linaje de Jon Snow, es igual de intrigante.

Los guionistas de Game of Thrones han sido realmente creativos y habilidosos a la hora de manejar tramas sangrientas y oscuras, perversiones, brutales asesinatos, siniestras conspiraciones y horribles tragedias. Pero también han demostrado que saben dar lugar a la diversión y el humor.

Uno de los principales vehículos para ésto es, obviamente, Tyrion Lannister, que cuando no hay alguien que quiere matarlo o cuando no es traicionado por su familia y su novia y tiene que vengarse, es realmente divertido.

En la temporada 6 de Game of Thrones vimos una gran escena en la que se exponen particularmente las dos mejores cosas que sabe hacer Tyrion: beber vino y contar chistes.

(“Bebo y sé cosas” dijo él mismo, en realidad)

Esa escena en la que está intentando iniciar a Misandei y Gusano Gris en las deliciosas artes de contar chistes, mientras esperan el regreso de Daenerys Targaryen a Meereen.

Lamentablemente, la escena se ve interrumpida por una brutal invasión perpetrada por los esclavistas que vuelven a reclamar lo que es suyo. Todo esto terminó muy bien para todos en Meereen, pero la invasión dejó como resultado un chiste inconcluso.

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Un chiste que comienza así:

“Una vez entré a un burdel con un burro y un panal de miel...”

Sin embargo, esto no es todo, y ahí reside la genialidad del asunto.

No es la primera vez que Tyrion Lannister intenta contar esta falsa anécdota, sin poder darle el remate humorístico presagiado.

Probablemente, al escribir esta escena de la sexta temporada, los guionistas pensaron en el episodio “A Golden Crown” de la primera temporada de Game of Thrones (1x06).

Como recordarán, durante la primera temporada Tyrion fue prisionero de Catelyn Stark, y fue llevado al Valle de Arryn, donde se encontraba su hermana Lysa Arryn como reina regente, junto al heredero, el pequeño Robyn (siendo amamantado).

Allí, Tyrion fue juzgado por primera vez por crímenes que no cometió: se le acusó de contratar a una persona para intentar asesinar a Bran Stark y de conspirar para el asesinato de Jon Arryn. Después de un tiempo prisionero en un calabozo del Nido de Águilas, Tyrion dijo que quería confesar sus crímenes.

En un espíritu mucho más jocoso que la confesión que haría después en el juicio por el asesinato del rey Joffrey (“Soy culpable de ser un enano”), Tyrion comenzó a enumerar otros “crímenes” absurdos y graciosos que había cometido, que nada tenían que ver con la seriedad de aquellos por los que se le acusaba, y dando todo un show para los presentes:

[Advertencia: incluye lenguaje vulgar]

“Soy un hombre malvado, lo confieso. Mis crímenes y pecados son tantos que no se pueden contar. He mentido y engañado, apostado y pagado prostitutas. No soy particularmente bueno para la violencia, pero soy muy bueno convenciendo a otros para que usen la violencia por mí. Ustedes quieren algo más concreto, supongo. Cuando tenía siete años vi una chica bañándose en el río. Le robé su vestido y se vio obligada a regresar al castillo desnuda y llorando. Cierro mis ojos y todavía puedo ver sus pechos rebotando. Cuando tenía diez, llené las botas de mi tío con mierda de cabra. Cuando me acusaron de hacerlo, le eché la culpa a un escudero. El pobre chico fue azotado, y yo escapé a la justicia. Cuando tenía doce años, ordeñé mi anguila dentro de una olla con guiso de tortuga. Azoté mi serpiente de un solo ojo, despellejé mi salchicha, hice llorar al hombre calvo dentro del guiso de tortuga que creo que mi hermana comió. O eso espero. Una vez llevé un burro y un panal de miel a un burdel...”

Aquí también el chiste es interrumpido por Lysa Arryn, ofuscada por la actitud de Tyrion en esa situación.

Pero todos nosotros tuvimos la misma reacción que el joven Robyn, que inmediatamente exclamó “¡¿Y qué pasó después?!”

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Una duda que nos sigue acosando hasta hoy. ¿Lo sabremos alguna vez?

Es justo decir que si Game of Thrones no nos da la respuesta a esta enigma, toda la serie se sentirá como un chiste sin remate. Esperemos que estén a la altura.

Ver también: Culpable de ser un enano: el camino de Tyrion Lannister en Game of Thrones