Game of Thrones: así se rodó la desagradable escena de Sam en Ciudadela

El estreno de la séptima temporada de Game of Thrones fue muy esperado, y a pesar de que no sucedieron grandes cosas, la ansiedad por ver la serie hizo que nos pareciera igualmente maravilloso. Y lo fue, sobre todo al principio, cuando sin anestesia tenemos esa escena de Arya haciendo de las suyas cambiando rostros. 

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Pero probablemente una escena que recordaremos por mucho tiempo es en la que Sam está en Ciudadela pagando derecho de piso, y haciendo las tareas que nadie quiere hacer. Y no es por eso que nos queda grabada, sino más bien por el hecho de que fue una escena bastante asquerosa para los estómagos muy sensibles, y el actor  John Bradley habló de su rodaje. 

No es fácil ser «el nuevo»

Imagen HBO

Parece que el trabajo de los sueños de Sam no está siendo como lo esperaba. Y es que ser el nuevo no es fácil, mucho menos en Ciudadela, en donde todos creen tener mayores conocimientos que el resto. Sam se ha convertido en el chico multitarea del lugar, haciendo obviamente lo más desagradable, como servir la comida a todos los maestres y limpiar excrementos. 

La nauseabunda escena en la que vemos al pobre Sam probablemente sea vista por muchos como una de las más asquerosas de la serie, y eso que no es una muerte sádica, algo a lo que nuestros estómagos ya están bastante acostumbrados. 

En una entrevista con The Hollywood Reporter, Bradley contó lo que significó hacer esa escena y de qué estaba hecha la gran cantidad de materia fecal que vimos en pantalla:

«Se rodó durante unos cinco días. Estamos hablando de unas 50 o 60 horas de rodaje. Fue realmente una experiencia, de verdad. Por primera vez en la serie estaba completamente solo. Era extraño trabajar tan de cerca con el director y rodar esa secuencia […] No tenía ninguna visión de lo que podría parecer, ni expectativas. Cuando lo vi en la proyección, esa fue la primera vez que lo vi. Fue algo extraordinario, el hecho de que pudieran tomar estos pequeños fragmentos y construir una narrativa». «No usamos excrementos humanos reales, no creo que paguen a nadie por ponerse a c**** en un recipiente para que sea usado en escena. Usamos pastel de frutas húmedo. Olía bien, pero tras horas o de rodaje, puede ser un poco desagradable».

Muchos espectadores criticaron esta escena por ser «una pérdida de tiempo» teniendo en cuenta que esta temporada tiene menos episodios, pero el actor defiende esto, ya que esa pérdida tiempo lo es también para su personaje, que, con el objetivo de estudiar y volverse un maestre, debe dedicarse a servir la comida y deshacerse de los excrementos ajenos.  Sin dudas, es la manera perfecta de describir cómo se siente el personaje, y también darle un toque de humor que no está tan presente en Game of Thrones