Daenerys completó su transformación en la «Reina loca»: ¿por qué esta teoría es cada vez más fuerte?

Daenerys Targaryen ha dedicado su vida a una sola misión: recuperar el trono que le fue arrebatado a su familia y que le pertenece por derecho propio. O eso cree.

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Pero el mundo de Game of Thrones (como casi todos) no es un lugar justo. Cuando Dany estaba a punto de alcanzar eso por lo que luchó toda su vida, del lugar menos pensado, uno muy cercano a su corazón, surgió un pequeño detalle que amenaza con derrumbar todos sus anhelos.

Y es que, ¿cuáles son sus verdadero anhelos, los definitivos? ¿Obtener el trono por el que luchó tantos años, con los inevitables sacrificios y pérdidas, o lo que viene después de obtener el trono, la justicia y la paz para todos?

Ese ha sido el conflicto esencial en torno a Daenerys desde que supo ese pequeño secreto a voces sobre Jon Snow, que ahora ya se convirtió en el chisme más popular en Westeros.

Daenerys Targaryen, la «Reina loca»

La leyenda infame de su padre, el «Rey loco», cernía su sombra sobre el camino de Dany como una herencia maldita a la que debía eludir. Toda su vida quiso probar que ella no era su padre, que su misión estaba dominada por la justicia, la paz, el sentido común y la sensatez.

Tenía además a su hermano, como un modelo a no seguir de lo mal que puede terminar la ambición desmedida y el ansia de puro poder.

La Khaleesi, la madre de dragones, la rompedora de cadenas, era diferente. Venía a combatir la tiranía, no a replicarla.

Algunos embates directos a esa legendaria tiranía convertida en tradición le valió sus más vastas lealtades, mientras que sus métodos y su determinación le permitieron llegar tan lejos.

¿Esos métodos eran inflexibles porque eran necesarios, o eran inflexibles como un síntoma de algo que ahora se está haciendo manifiesto?

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¿Un destino marcado?

Obtener el trono debía ser, precisamente, un medio para un fin. No el fin que justifica todos los medios. Pero esa lucha fue tan intensa y agobiante, que es fácil confundirla con el fin último.

Algunos fans han reparado en los desencadenantes definitivos para su transformación en la «Reina loca».

Perdió a Jorah, perdió casi íntegro al ejército Dothraki, perdió a sus dragones Rhaegal y Viserion, perdió a Missandei y, coronando todo eso, perdió su derecho legítimo al trono, lo que implica además perder a Jon, convertirlo en un enemigo a combatir.

El episodio «El último de los Stark» enfatizó su inseguridad primero, observando como todos en el norte celebraban a Jon Snow mientras la ignoraban a ella, y su furia y arrebato después, dispuesta a sacrificar inocentes para derrotar a Cersei. Y todo eso antes de que mataran a Rhaegal y a Missandei.

Pero la idea de que ha puesto su vista en su llegada al trono y eso la está cegando, ha dominado toda la temporada final de Game of Thrones.

Ahora entró en escena Varys, que había sido desaprovechado en el resto de la temporada, como la voz autorizada y ligada al poder que comienza a dudar seriamente de las aptitudes mentales de Dany.

Esta es la señal más clara que otorga la serie respecto a su posible descenso completo a la locura y su transformación en la «Reina loca».

Jaime Lannister, que debe su famoso apodo de «Matarreyes» a haber puesto fin a la vida y el sangriento reinado del «Rey Loco», le explicó en la tercera temporada a Brienne algunas de las acciones de Aerys.

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«Pretendía hacer arder a cualquiera que estuviera en su contra. No pasó mucho tiempo hasta que la mitad del reino estaba en su contra. Veía traidores en todas partes. Así que mandó plantar provisiones de fuego valyrio en toda la ciudad».

¿Hará Daenerys algo similar?

Game of Thrones no se ha caracterizado especialmente por cumplir con expectativas y desenlaces previstos, así que todo puede ser engañoso.

Pero la serie sí ha enfatizado que cuando hay un desenlace destinado a ocurrir (como que Arya mate al Rey de la Noche), los dioses intervendrán, incluso reviviendo personas todas las veces que sea necesario, para asegurarse de que así sea.

De lo que todavía no podemos estar seguros, es del verdadero destino de Daenerys Targaryen, la que no arde pero definitivamente puede hacer arder.

Missandei le dejó unas últimas palabras tentadoras: «Dracarys».

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