Si hay una película que hizo dudar a muchas personas sobre los más pequeños esa es The Omen, donde el mismísimo anticristo era un adorable niño llamado Damien.
9 diabólicas curiosidades sobre The Omen (1976)

Hoy recordamos esta película, así que nos detenemos a comentarles algunos datos curiosos sobre The Omen, el clásico de terror de 1976.
Infante peligroso

Hagamos un pequeño repaso sobre de qué se trata la película: el Embajador Robert Thorn ( Gregory Peck) adopta un niño en el hospital a espaldas de su esposa luego de que su propio infante naciera muerto. La criatura, bautizada Damien por los Thorn, lentamente empieza a mostrar poderes diabólicos y su verdadero parentesco. Damien fue interpretado por Harvey Stephens, un niño de cabellos rubios que fueron teñidos de castaño oscuro para el papel.
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Un director… y un niño enojado

La única manera que Richard Donner tenía para sacar emociones de ira y odio del pequeño Harvey Stephens era literalmente haciéndolo enojar, así que antes de empezar a grabar, el director lo increpaba o se burlaba de él, para hacer que el niño rabiara durante su performance.
Al diablo con la música
El compositor Jerry Goldsmith había estado nominado muchísimas veces al Academy Award, perdiendo en todas las ocasiones, por eso decidió no sufrir nuevamente la humillación y no asistir a la premiación por su nominación por The Omen. Fue la única vez que ganó.
Aprovechando a lo grande
El guionista David Seltzer solo escribió este film porque, según él, necesitaba el dinero. ¿Saben además por qué está ambientada en Londres? Porque Seltzer quería conocer Inglaterra, y sabía que lo llevarían allí con el rodaje.
Terapia fílmica

Gregory Peck aceptó el rol del Embajador Thorn debido a que se sentía culpable por no haber estado presente para su hijo, quien en 1975 se quitó la vida, e interpretar a un padre preocupado e involucrado le ayudaba a superar la muerte.
Bajémoslo a tierra

A su llegada al proyecto, Peck pidió remover todo elemento exageradamente sobrenatural del film, dejando sólo lo básico, para que el espectador dudara constantemente si Thorn estaba loco o tenía razón. Parte de eso fue lo que hizo al film tan efectivo.
Un perro problemático

Para ser un perro guardián infernal, el rottweiler de la Señora Baylock ( Billie Whitelaw) era sumamente simpático en la vida real, complicándole la filmación a Richard Donner, ya que no podía hacerlo lucir amenazante: siempre estaba buscando mimos y lamiendo a los actores.
Fuera de control
Para hacer que los babuinos se desquitaran con el coche, un encargado del zoológico se escondió en el asiento trasero con el macho alfa de éstos, lo que inmediatamente provocó una rebelión y ataque por los demás babuinos. La reacción de Lee Remick en el film es real, ya que la actriz no esperaba que los animales actuaran así.
¿El bien gana?
El final original del film mostraba a Thorn asesinando a Damien. La MPAA se negó a calificar el film por encontrar esa escena bastante violenta y sugirió otra: el final de la película que todos conocemos, que irónicamente es más violento y negativo.









