5 errores e inexactitudes históricas de Vikings

La llegada de Vikings fue bastante sorpresiva en el paisaje televisivo estadounidense, en parte por ser la primera serie dramática de ficción de History Channel, pero también porque nadie esperaba realmente una serie demasiado buena teniendo en cuenta la habitual programación previa del canal.

Vikings no sólo es buena, sino que parece haber adaptado hábilmente los mejores aspectos y elementos de series dramáticas como Rome o Game of Thrones (aunque sin ser tan ambiciosa en su visión narrativa y sus entramados políticos), y propone una exploración atrapante y compleja de los personajes y de la época, no sólo una exhibición superficial de la violencia y el salvajismo que se puede esperar de una serie de vikingos.

En la recepción crítica han predominado entonces los elogios a Vikings, pero también algunas puntualizaciones de expertos, referidas a la inexactitud con que se retratan algunos aspectos de la época y la sociedad de vikingos, lo que no es menor viniendo de una serie con afán realista y emitida por un canal que pretende enseñar historia.

Estos son 5 errores históricos que se le endilgan a Vikings:

#5 El gobierno

En la figura de Earl Haraldson (Gabriel Byrne), el gobernador conservador que insiste que no hay nada al Occidente, está representado el gobierno de la época vikinga.

Este se muestra como un gobierno autócrata, en el que la autoridad ilimitada recae sobre una sola persona. El crítico Lars Walker de The American Spectator, dijo que el gobierno de la época no era autocrático sino esencialmente democrático.

#4 El misterioso oeste

Según Joel Robert Thompson, especialista en la época vikinga de la universidad de Rutgers en EE. UU., la idea de que los escandinavos no supieran nada acerca de la existencia de Inglaterra o de otras tierras al oeste es “absolutamente ridícula”. Thompson aclaró que las rutas comerciales a lo largo del mar del Norte existían ya antes de la invasión romana de Gaul, en el primer siglo a. C.

#3 Pena de muerte

En una escena del piloto de Vikings, los vikingos se reúnen en una asamblea para decidir si un hombre es culpable de un asesinato. Al votar unánimemente, el hombre es luego ejecutado (un mecanismo utilizado por pandillas como en Sons of Anarchy).

Sin embargo, según Joel Robert Thompson, una de las cosas más atractivas de la sociedad vikinga era que no existía ninguna clase de grupo, corporación o institución que pudiera decidir una ejecución. Simplemente, las ejecuciones no eran una forma de castigo en absoluto para los criminales. En cambio, el castigo impuesto para los criminales era el bandolerismo, es decir, que se los etiquetaba como bandoleros (fuera de la ley) y se les retiraba toda protección legal.

Era algo así como “un ostracismo organizado”: el criminal se veía forzado a abandonar la vida en sociedad.

#2 Asuntos religiosos

Como siempre, los temas vinculados a la religión, considerados sagrados por muchos, son los que generan mayor controversia.

Al respecto, se le ha criticado a Vikings su retrato del Templo de Upsala. Históricamente este templo fue creado para venerar a los dioses nórdicos, pero en la serie se muestra como un templo cristiano del tipo stavkirke (construidos de madera con una forma muy particular). La crítica, realizada en un periódico noruego, aclara que el Templo de Upsala no estaba en las montañas como se muestra, sino en la región llana de Uppland, y que los templos stavkirke fueron construcciones distintivas de la tardía arquitectura cristiana en Escandinavia.

Por otra parte, la serie muestra también una crucifixión, dejando entrever que este era el castigo habitual a la apostasía (la renuncia a la fe). La crucifixión, sin embargo, había sido declarada ilegal por el Emperador Constantino en el siglo IV, y no hay ninguna crucifixión documentada en Europa después de eso.

#1 La palabra del creador

El showrunner de la serie, Michael Hirst, admitió que a la hora de retratar este período histórico es necesario tomarse algunas libertades ya que “nadie sabe a ciencia cierta” qué sucedió en los años oscuros.

También se justificó diciendo que mientras un retrato histórico de los vikingos sería visto tal vez por cientos o miles, esta dramatización ficticia llega a millones.