La vocación es poder trabajar de algo que harías gratis y eso es un privilegio. Algunos tienen la suerte de hacerlo, otros se resignan a una labor que no les gusta tanto, pero que les permite pagar las cuentas. Si tienes mucha suerte, puedes tener el mejor trabajo de todos: ser consultor de pizza.
¿Viajar por el mundo para comer pizza? Es un trabajo real que un afortunado hombre ya tiene

Este trabajo de ensueño existe de verdad y una persona lo tiene: Anthony Falco. Suena demasiado bueno para ser cierto, no solo le pagan para hacer y comer pizza, sino que también viaja para hacerlo. Realmente es el hombre más afortunado del mundo, pero trabajó mucho para llegar ahí.
La pizza como estilo de vida
¿Quién es Anthony Falco? Este nativo de Seattle se dedica a viajar por el mundo para ayudar a los emprendedores gastronómicos con sus pizzerías. Trabaja con los arquitectos para diseñar las cocinas, arma los menús y, finalmente, come sus hermosas creaciones.
Sin embargo, llegar hasta ahí fue un proceso largo de mucho trabajo y pasión por la comida más rica de todas. Lleva la pizza en la sangre, su abuela siciliana le enseñó a cocinarlas y el amor por la cocina lo acompañó toda la vida. A los 22 años abrió su primer restaurante, un pequeño local de comida chatarra que no duró mucho tiempo. Después viajó a Nueva York y encontró su propósito: hacer pizzas.
Entró en Roberta's Pizza, un restaurante pequeño en Brooklyn que se convirtió en un destino obligado para los amantes de la pizza. Él se convirtió en un «zar de la pizza», pero eso no es todo, después de nueve años en el negocio decidió emprender su camino independiente y ahora viaja el mundo como consultor de pizza. En una entrevista con la revista Food & Wine, él explicó que:
Amo ser desafiado constantemente, cualquier persona que ha abierto un restaurante sabe que es increíblemente difícil, pero también muy divertido. Soy una persona muy creativa, así que todo ese caos que tiene que ser transformado en un sistema con orden me motiva mucho. Es el trabajo soñado.
Para él la pizza es un alimento mágico y tiene razón. ¿Quién se hubiera imaginado que una combinación tan simple como masa, salsa de tomate y mozzarella podía ser tan perfecta? Él llevó su amor por este plato a un extremo, a vivir y viajar por el mundo cocinando y ayudando a otras personas a hacer realidad sus sueños de abrir un restaurante propio.
Los sueños se cumplen
Cuando le preguntaron cómo se puede llegar a ser un consultor de pizza, él dio una respuesta que nos puede inspirar a todos:
1. Haz lo que amas
«Es un cliché, pero también es verdad», explicó el pizzero. Es un trabajo que suena muy bien, pero él trabaja entre 10 y 14 horas al día para asegurarse de que los restaurantes abran en las mejores condiciones y si no tuviera una enorme pasión por su trabajo no lograría aguantarlo.
2. Trabaja duro
No es un trabajo común y necesitas ser lo mejor posible para que un restaurante te contrate. Para ser consultor, él tuvo que aprender a diseñar cocinas usando Photoshop y Adobe Illustrator, entre otros. «Las cosas son difíciles y si quieres destacarte tienes que estar dispuesto a trabajar más duro que los demás», advirtió.
3. Construye una reputación
En cualquier carrera, y más en una tan pequeña y competitiva como la de los consultores de la pizza, la reputación es lo más importante y lo más frágil. Si la cuidas y la cultivas es muy posible que las personas que hayan trabajado contigo te recomienden y te vuelvas más conocido.
4. Marketing
Si lo que quieres es ser un emprendedor, entonces no debes tener miedo de promocionarte. «Es mejor no ser arrogante, pero si trabajas duro mereces recibir el crédito por tu labor», finalizó el cocinero.
El trabajo de Falco es la señal de que los sueños realmente se cumplen. Si él pudo hacer de su amor a la pizza una carrera que lo llevara por todo el mundo, entonces todos lo podemos lograr. Solo hace falta tener grandes sueños y trabajar mucho para ser lo mejor posible en nuestra área.
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