¿Problemas de visión? Descubre cómo solucionarlos con las gafas reticulares
La visión humana ha tenido que adaptarse a la era de las pantallas electrónicas. Desde mediados del siglo XX hasta nuestros días, la cantidad de dispositivos electrónicos se ha multiplicado exponencialmente y nuestra vista sufre las consecuencias. Son cada vez más, y más jóvenes, las personas que deben recurrir al uso de gafas o lentillas de contacto para corregir los problemas de visión causados por el permanente uso de dispositivos electrónicos.
Afortunadamente, así como los problemas de visión son cada vez más, y más complejos, también las innovaciones médicas son más sofisticadas y eficientes para tratarlos y corregirlos. Hoy en día hay una gran cantidad de estudios oculares que ayudan a diagnosticar los problemas específicos de cada paciente, y una enorme cantidad de soluciones para quienes tienen problemas de visión.
Los típicos anteojos y lentillas de contacto, cada vez más complejos y sofisticados, son la solución más difundida para los problemas visuales. Pero ¿te has preguntado alguna vez cómo mejorar la visión de manera natural? Un método no tan sofisticado pero sí muy eficaz ha llegado al mercado y promete ser una excelente manera de corregir y prevenir los problemas de visión. Vamos a ver de qué se trata.
Gafas reticulares: la solución natural para los problemas de visión

Parecen de juguete, pero definitivamente no lo son. Estas lentes no son de vidrio ni tienen ningún tipo de graduación o aumento. Consisten simplemente en una oscura lámina de acetato con pequeños agujeros que permiten la visión punto por punto.
La luz es bloqueada por el acetato oscuro y al pasar por los agujeros se concentra y se dirige directamente al centro de la retina, que es la zona de mayor agudeza visual en el ojo humano. Los agujeros pueden ser rectangulares, hexagonales o circulares y el plástico necesariamente debe ser oscuro para no permitir que la luz pase a través de él.
- Ver también: ¿Qué tan lejos puede ver el ojo humano?
¿Cuál es la ventaja de las gafas reticulares?
Las gafas reticulares hacen trabajar nuestra visión, ya que para seguir un objeto debemos estar permanentemente enfocándolo a través de un agujero distinto. Es decir, para observar algo que está en movimiento no podemos simplemente seguirlo con la vista, sino que tenemos que enfocarlo a través de cada agujero. Es una verdadera clase de gimnasia para los ojos.
Los ojos quizás sean el órgano más sofisticado, complejo, fuerte y a la vez delicado de nuestro organismo. Mirar fijamente genera tensión en el músculo ocular y deteriora la capacidad de los ojos para adaptarse a diferentes distancias y tipos de luz, y efectivamente crear las imágenes para transmitir al cerebro. Si el ojo no puede procesar adecuadamente la información que recibe sufre una gran tensión y genera estrés que puede causar dolores de cabeza y náuseas.
Para crear una imagen nítida, el ojo necesita unos 60 movimientos por segundo, lo cual es imposible de lograr si ha "perdido entrenamiento". El ojo perezoso, o ambilopía, es una patología adquirida normalmente a causa de el uso excesivo de dispositivos electrónicos, no se corrige con el uso de lentes convencionales y de no detectarse a tiempo pude causar pérdida total o parcial de la visión.
La principal ventaja de estas gafas es que obligan al ojo a mantenerse activo, lo cual puede evitar el desarrollo de patologías como la ambilopía. De todas formas, algunos problemas visuales no son reversibles con este tipo de técnicas, así que el uso para cada paciente deberá ser evaluado por un especialista.
¿Cómo se usan las gafas reticulares?
Los especialistas recomiendan utilizar las gafas reticulares sustituyendo a las tradicionales gafas de aumento en cada momento que sea posible, a excepción de las actividades que requieren movimientos rápidos o una rápida capacidad de respuesta. Es decir, no se recomienda su uso para conducir vehículos o practicar deportes ya que, a pesar de mejorar la visión punto por punto, disminuyen la visión periférica o lateral, que puede ser fundamental para ese tipo de actividades.
Los lentes de sol convencionales funcionan «suavizando» la luz que llega a nuestros ojos, haciendo que estos se acostumbren a niveles bajos de luz. Esto facilita la visión mientras se tienen puestos los lentes, pero luego, al quitar los lentes, los ojos tienen que hacer un esfuerzo mucho mayor para adaptarse al ambiente.
Las gafas reticulares bloquean el 70 % de los rayos solares, pero permiten que la luz llegue con la misma intensidad. Es decir, reducen la cantidad de luz que recibe el ojo, sin acostumbrarlo a la luz suave o baja que generan los lentes de sol.
Las gafas se pueden conseguir en Amazon, no obstante su uso debe ser indicado por un oftalmólogo ya que idealmente implica el abandono total de los anteojos de aumento o lentes de contacto. En cualquier caso, cada paciente y sus problemas son únicos, y deben ser analizados por un especialista.