La dieta vegana de la cual ya hemos hablado en VivirSalud tiene varios aspectos polémicos y diversas implicancias de toda índole. Más aún, el adoptar esta dieta por motivos ideológicos es algo completamente respetable, pero a mi juicio tiene varios vacíos argumentativos que no logro comprender del todo.

Hemos hablado ya en VivirSalud acerca de los veganos, una corriente del vegetarianismo que propugna la evitación del consumo de productos lácteos, huevos y carnes, en fin, cualquier producto alimenticio de origen animal. Siempre he considerado a este tipo de “caprichos alimenticios” un poco infundados e innecesarios, aunque debo reconocer que gozan de una gran popularidad entre las personas de hoy en día.

Normalmente cuando una persona dice que es vegetariana solemos asociar sus costumbres alimenticias a la ausencia de la alimentación con carne animal. No obstante, como todos sabemos, esta percepción es errónea ya que la mayoría de las personas que dícense vegetarianas son ovolactovegetarianas, y toleran en su dieta productos de origen animal como los huevos y los lácteos, tal como dice su nombre.