A veces la ley se ve imposibilitada para hacer justicia a los damnificados, ya sea por actos de corrupción interna, ineficacia investigativa o simplemente manipulación de la ley o tecnicismos legales que favorecen a los culpables.

Si hay cosas que corren como agua entre la gente, esas son las leyendas urbanas. No hay historia relativamente aterradora y pegadiza que no se haya convertido en un relato popular a lo Grimm, por lo que tampoco es sorpresa que se hayan realizado más de una película en base a diversas narraciones de este tipo.

Tres años después de su última película como director (Lincoln), Steven Spielberg vuelve a ponerse al mando en una producción que tiene todo para convertirse en una de las películas del año.

El asesino a sueldo, el sicario o mercenario es uno de los personajes más controvertidos que puede presentar una historia; hablamos de alguien que asesina personas para vivir, no lo hace por placer, ideología o justicia, lo hace por dinero.

Los asesinos seriales son de los personajes más interesantes y complejos de la cinematografía de misterio, crimen y horror. Todo espectador siente un placer sádico al sentir algo de empatía con este criminal monstruoso, así que, para el presente conteo, nos limitaremos a los asesinos seriales más “realistas” que se puedan encontrar en las películas. Así que no esperen ver a un Jason Vorhees o Freddy Krugger, ya que si lo hacen se llevaran una decepción.

El mundo criminal ha sido el mejor aliado del cine: el género por excelencia que más apasiona a realizadores y espectadores. Los estudiosos aseguran que esto sucede porque a la inmensa mayoría nos encanta identificarnos con lo peor y lo mejor de nosotros mismos… sin mancharnos las manos con sangre verdadera, en un divertido juego de buenos y malos a todo tren.