Nadie dice que el cine de terror sean el género más realista del planeta, y menos cuando gran parte de las películas de terror giran en torno a monstruos y hechos paranormales. Pero algunas películas toman esta improbabilidad y la exageran en un 110%, creando clásicos de lo más extraños, en donde ni el cinéfilo más dedicado del horror puede creer que lo que ve en la pantalla podría pasarle.

Aunque siempre es divertido ver películas sobre viajes al espacio, hay muchas ocasiones en las que nos quedamos pensando cómo es que una en particular existe, ya sea porque el guión es un desastre, porque mejores cosas pudieron haberse hecho con el presupuesto, o porque es difícil conectarse con una tripulación repleta de irresponsables.

El cine de horror es el género de mayor producción mundial. Por todas partes se afanan en conseguir más y mejores sustos, aunque las tramas argumentales se mantengan prácticamente iguales. Todo parece haberse contado ya, aunque siempre hay hueco para nuevas maneras de contarlo e imponer suficientes sobresaltos cuando menos te lo espera.

En las películas podemos ver escenas de todo tipo de performances públicas, desde oratorias a puestas en escena teatrales. Obviamente, las cosas no siempre salen como se planean y, para el beneficio del conflicto, todo se convierte en un enorme caos de pies a cabeza.

El cine de horror tiene su buena cantidad de fanáticos, pero nunca alcanza el tiempo para ver cada estreno que pertenece a este género o, por limitaciones espaciales o de presupuesto, muchas películas de terror no llegan a la pantalla de los cines locales.

El cine de horror es generalmente despreciado por la élite hollywoodense, obviamente de manera más que injusta. Sin embargo, muchos de los miembros de esta “clase alta” del mundo de la pantalla grande se vieron involucrados en más de una ocasión en el cine de horror, y a veces este universo repleto de sangre y tripas por doquier hasta sirvió de catapulta para varios actores de Hollywood que empezaron trabajando en películas de horror.