Si ingresaste en la página principal de Google hoy, seguramente viste el doodle interactivo allí presente, y probablemente también dedicaste algunos minutos a “hacer una película”, siguiendo la invitación de ese simpático hombre de traje, sombrero y gafas que te da la bienvenida (si no lo hiciste, te invito a que lo hagas ahora).

Es una pregunta que muchos nos hacemos desde hace algún tiempo, pero mucho más ahora que las aventuras de Marty McFly y el Doc Emmet Brown están siendo recordadas y analizadas, gracias a las predicciones futuristas de Back to the Future y a aquellos elementos de la trama que apuntaban al lejano y enigmático 2015.

El cine de ciencia ficción es un universo tan amplio y poco estereotípico, que es imposible encontrar más de un proyecto con características similares y, en muchos casos, el ambiente en el que se desarrollan tiene muchos ingredientes de locura, a pesar de no ser en la mayoría de las veces un film malo.

A pocos días del estreno de Terminator: Genisys, la producción ha lanzado un nuevo material promocional de la película, pero ahora en forma de imágenes exclusivas detrás de cámaras, en las que podemos ver los momentos más intensos y más entretenidos del rodaje.

Si eres seguidor de la saga de películas de Predator, que inicio en 1987 y tuvo dos secuelas y dos películas crossover (con el universo Alien), seguramente has notado que el personaje es sumamente rico y tiene mucho potencial argumental, lo que lo ha llevado a ser adaptado a varias novelas, cómics y video juegos.

¿Nunca les ha pasado que terminan de ver una película y se siente decepcionados con el resultado, pero tiene elementos que consideran rescatables? Eso es lo que sucede cuando la idea base de la película es buena y resulta atractiva para el espectador, pero el enfoque utilizado en ellas (refiriéndonos a su género, estilo o clasificación), lograron que el producto final no tenga tanto éxito como se esperaba.