Tanto si eres seguidor de los libros de J. R. R. Tolkien como si te encantan las películas, hay algo dentro de toda la compleja trama que es casi un principio básico en la historia: a los hobbits les apasiona comer.

Algunos podrán argumentar que Frodo es el héroe de El Señor de los Anillos (Sam, en realidad). Otros que todo se lo debemos a Gandalf, pero no podemos negar que Aragorn es quien une a varios de ellos y es fiel a su pueblo, siendo el rey. Es el héroe al estilo clásico, quien aporta carácter épico. Por lo tanto, el actor que lo interpretara debía ser alguien que fuera recordado. Viggo Mortensen consiguió resaltar su personalidad y valentía, pero la historia podría haber sido otra…

Donald Trump no solo es el presidente por elección de los estadounidenses, sino también un tema de diversión y entretenimiento para el mundo, sobre todo para los cibernautas que siempre hacen de las suyas con cada dicho y tuit del mandatario.

El siniestro payaso/identidad demoníaca creado por Stephen King sin duda se ganó un lugar en el panteón de personajes que le han quitado el sueño a más de uno. Villanos literarios, como es el caso de Pennywise, existen desde mucho tiempo antes de que su autor siquiera naciese, y seguirán existiendo mientras el cine se encargue de darles forma en la pantalla para seguir aterrando a los espectadores.

En 1998 todos en Hollywood supo quién era Cate Blanchett. La australiana encarnaba a Elizabeth I en Elizabeth logrando una interpretación tan magnífica que las nominaciones y premios no dejaron de llover. Solo ese año se llevó un BAFTA y un Globo de Oro a casa, además de su primera nominación a los premios Oscar.

J.R.R. Tolkien tuvo un gran impacto en la literatura mundial. Revolucionó el género de la fantasía con la publicación de The Hobbit, en 1937 y su fuerza creció con The Lord of The Rings, en 1954.